martes, 15 de marzo de 2011

1º ENCUENTRO de la RED 2011: "Talleres de comunicación como prevención de violencia y adicciones".



Quiero compartir con uds. la alegría de que han surgido varias propuestas para la participación en los encuentros de la red, que durante el 2011 continuarán siendo los jueves a las 20,15 hs.
El jueves 31/3/11 los esperamos a las 20,15 hs. en PIAFF para compartir un Taller a cargo de Silvia Lopez Espinoza y su marido Gustavo Lopez Espinoza:

"Talleres de comunicación como prevención de violencia y adicciones".



Resumen de la actividad:


Estos talleres de comunicación se basan en 4 evidencias:


1. Amar no es lo mismo que saber comunicar el amor.

2. Nuestras capacidades para escuchar con el corazón y para decir claro y firme lo que necesitamos no son como plantas silvestres, necesitan un cultivo y cuidado especial.

3. El taller de comunicación es eficaz para ese cultivo, y es muy distinto de una clase, un grupo de autoayuda o la psicoterapia.

4. Cuando logramos mejorar nuestra comunicación alcanzamos un mejor concepto de nosotros mismos y de los demás y por tanto contribuimos mejor a la paz de la comunidad, realizando una verdadera y necesaria tarea preventiva.




PARA AGENDAR:



28-4-2011: Tema ¿Por qué una Psicología Espiritual en los Sistemas de Salud Mental?
La paradoja y el dualismo de la Psyché: Mente/Alma-Espíritu a cargo de Beatriz Boulanger

26-5-2011: Tema Psiquiatría y Comunidad a cargo de Leticia Rios

30-6-2011: Tema "Grupos en el Hospital" a cargo Marcelo Choclin

lunes, 14 de marzo de 2011

Como no sabían que era imposible, lo hicieron. Sintesis que escribió ROMINA CELLI de nuestros encuentros de PIAFF


Síntesis


Si bien no necesariamente es imprescindible explicar cómo se llega a los lugares, en este caso
me parece que el inicio de la relación con el espacio PIAFF resulta una buena metáfora de lo que
fue la experiencia en sí misma. Mi acercamiento personal fue producto de un fallido intento de
iniciar una formación académica de posgrado a través de la UBA, en Fundación Interfas. Desde allí, el desorden y desamparo formal generó una aproximación accidental a la experiencia. Como todo lo que inicialmente es no intencional, quedó en un lugar inclasificable. Es decir, no era un espacio puramente de formación, no era un espacio puramente de supervisión, no era tampoco netamente clínico... era en sí mismo una sorpresa. ¿En qué aspectos resultaba más novedoso y a la vez desconcertante la práctica observada?
Proviniendo de una formación de corte claramente individualista, en la cual hasta el trabajo de
supervisión se reduce a una situación dual que se piensa como superposición de dos entes
autónomos, resulta muy llamativo el trabajo a partir de grupos numerosos donde no se evidencian marcadas jerarquizaciones, sino una participación activa a partir no sólo del conocimiento, sino claramente desde la experiencia personal y la sensibilidad, las impresiones. Se traen a primer plano cuestiones propias a fin de hacerles tomar consistencia en el sistema grupal, quedando muy evidenciados los prejuicios, los límites y las preconcepciones. Estrategia nada desdeñable, ya que no hay peor destino para aquellas cosas que dan formas a nuestros esquemas que “escotomizarlas”.
Por otra parte, la configuración algo anárquica del grupo parece ser el elemento clave que
facilita la denominada visión poliocular (Bateson) según la cual, las diferentes descripciones de un proceso, pauta, sistema o secuencia dan lugar a una ventaja adicional: una idea de clase diferente a la clase de descripciones (mapas) utilizadas.


Tal como sostiene De Shazer:
“El enfoque terapéutico en equipo hace posible alguna
comprensión complementaria de las semejanzas entre
diversos mapas (esquema de leyes) y su relación con la
conducta del terapeuta (esquema de la acción).”

Se trata de una sumatoria de las diferentes miradas de los involucrados en el encuentro, a fin de
adoptar paradigmas colaborativos, en el sentido no sólo de una construcción de conocimiento,
sino de la generación de una experiencia conjunta.

“Mientras perseguimos lo inalcanzable, hacemos imposible lo realizable”
R. Ardey

Todas estas ideas hacen énfasis en la potencialidad más allá de los déficits con los que el
paciente pueda venir a cuestas. Se sortean de este modo las dificultades que puede acarrear moverse dentro un modelo dicotómico de “sano-enfermo”, “normal-anormal”. Tal como lo demuestran diversos estudios, como el celebre de Rosenthal: “Acerca de estar sano en un medio enfermo”, las preconcepciones, ideas, mapas, prejuicios, esquemas con los que las personas nos acercamos a los fenómenos determinan las realidades de los mismos (viene a mi mente el recuerdo de “Planolandia”, de E. A. Abott). Es imposible considerar ciertas opciones como válidas o siquiera existentes si estamos encerrados dentro de paradigmas muy rígidos. Todo lo que pueda atentar contra las clasificaciones y los diagnósticos va a favorecer un trabajo inicialmente terapéutico, en tanto que implica un cambio en sí mismo y una enorme posibilidad de sucesivas transformaciones concomitantes. Es en este sentido que pude de algún modo entender y encuadrar el trabajo realizado con figuras tan socialmente complejas y personalmente conflictivas como las del “abusador” y el enfoque de no demonizar, al igual que las líneas que abordan la revinculación como un proceso pensado y no meramente en pos de fomentar una relación padre-hijo por tratarse de algo “natural”
(no dejaba de resonar en mi cabeza el concepto de reificación de Berger y Luckman).

“El agua lo vence a todo porque se adapta a todo”
Lao Tse

Otra de las ideas previas que se vio claramente en jaque en este acaecer fue la de neutralidad,
ya que me resultaba imposible pensarla en el contexto en que se observa la explicita solidarización del terapeuta con el/los pacientes. Si bien es un concepto que tomado “puramente” es hasta irrisorio, personalmente nunca terminé de desterrarlo de mis ideas, a partir de ciertas explicaciones ad hoc, tales como verlo una “cualidad”, un “aspecto”, de lo que podría pensarse como “disociación instrumental”. Es decir, si bien es necesario cierto grado de empatía con los pacientes, es imprescindible no perder la cordura (tono jocoso aparte), conservar el “juicio crítico”, el criterio digamos. Ahora, ¿cuál es el límite justo entre la distancia necesaria y la evitación de posiciones solemnes? Valdría decir que se trata de no caer en la deshumanización del espacio terapéutico. Hay ciertas líneas que trabajan sobre la incidencia que tiene el self del terapeuta en la clínica. Beutler (1995) demostró que ésta es ocho veces más influyente que la orientación teórica y/o el uso de estrategias específicas terapéuticas. Así, es inconcebible pensar que hay que desalojar la subjetividad para obtener una posición éticamente correcta en la práctica clínica. Tal como sostienen los programas de entrenamiento en terapia familiar de Aponte y Winter, un terapeuta es más efectivo cuando se utiliza a sí mismo para lograr la evolución tanto de su paciente como de su propia persona.

“El verdadero misterio del mundo es lo que se ve, no lo invisible.”
O. Wilde

Finalmente, lo interesante de un enfoque novedoso es la capacidad que tiene para generar dudas, inquietudes, que llevan a la investigación, el sondeo, cierta satisfacción de la curiosidad que, si bien no alcanza niveles estructurados, permiten un devenir entre diversos textos que se conectan unos con otros y derivan en nuevas redes, conceptos, autores, ideas, conexiones (Andersen, De Shazer, Watzlawick, Batenson, narrativismo, estratégico, hipnosis, paradojas, reuniones tribus, problemas, soluciones, construccionismo, sistemas, self del terapeuta...). La existencia de diversos pensadores en la escena se espeja en la navegación entre distintos autores y líneas, mediante la minimización del prejuicio y permitiendo lecturas alternativas de áreas o “ideologías” tabúes para la formación dogmática y estereotipada del academicismo, al menos de la UBA de principios de 2000.

“Es mucho más difícil hablar de una cosa, que hacerla.”
O. Wilde.

Una nota de color para terminar este pequeño bosquejo sería el impacto que tuvo el paso por
PIAFF en mi práctica profesional. Me dedico, además de la atención particular, a los
acompañamientos terapéuticos. Es un rol bastante extraño, en tanto que carece de límites claros, no tiene una práctica regulada, depende mucho del abordaje del coordinador, de la situación de la que se trate y demás factores circunstanciales. Hace un año estoy trabajando con un paciente
neurológico víctima de un accidente automovilístico que tiene varias secuelas de un TEC grave. La realidad es que si bien el planteo inicial era el trabajo sobre los daños cognitivos, ciertos aspectos de la “personalidad previa del paciente” (el entrecomillado alude a la dificultad que conlleva pensar en características personales estables y hasta innatas de los clientes, pero se trata en este caso de un uso “coloquial”, que no pretende abordar grandes conflictos de tipo conceptual), inciden de manera considerable en su externación asistida, por lo cual son abordadas en el espacio de acompañamiento. Las escenas más difíciles de manejar son aquellas que incluyen trato violento (agresiones verbales y físicas, en menor medida, contra el hijo y la mujer). A lo que quiero llegar con este breve recorte situacional, es a establecer que pensar al paciente como una totalidad, producto de verlo en su contexto cotidiano (posibilidad brindada casi exclusivamente por el dispositivo de acompañamiento terapéutico), permite evitar el sesgo que lo ubica sólo en la posición de hombre violento con problema en el control de sus impulsos.
Similar situación experimenté con un paciente particular que se acercó a consulta definiéndose
como “golpeador y violento”. Con un trabajo a partir de sus vínculos con la familia, se pudo
despegar lo que era una cuestión de interpretación de la realidad a partir de ciertas representaciones ligadas a la cultura y el género de la relación marital que implicaba una comunicación de corte netamente manipulador y la escalada de violencia experimentada a través de círculos viciosos entre los parteners generados por patrones comunicacionales naturalizados.

“El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevas tierras sino en tener ojos
nuevos ”
Marcel Proust


Es claramente necesaria la apertura conceptual y técnica que se plantea en el espacio PIAFF, al
igual que un abordaje plural (en el sentido de varias personas, varias líneas teóricas, varias voces, distintos actores) para poder encarar temas que de por sí ya son conflictivos porque movilizan muchas áreas teñidas y, diría, hasta sostenidas en un entramado de prejuicios e ideas estáticas, claramente influidas por estereotipos sociales. El paradigma de la complejidad que se cuela a través de varias aristas de la práctica vista, me corrijo, experimentada en este grupo es una de las maneras más fructíferas, al menos de lo que he conocido ahora, para alcanzar movimientos que, más allá de un criterio de bueno/malo, resulten en modificaciones de las realidades de los clientes involucrados,
a fin de generar posibilidades de crecimiento y desarrollo de potencialidades. Retomando la frase
que encabeza este pequeño apartado y recurriendo a la sabiduría popular, se trata de un aprendizaje que va más allá, en tanto que “no da el pescado sino que enseña a pescar”.

martes, 8 de marzo de 2011

Michelle Bachelet: "El momento de las mujeres es ahora. No volveremos a la cocina"


Fuente: http://www.elpais.com/ 8/3/10




El Día Internacional de la Mujer se celebra hoy marcado por el creciente papel femenino en los cambios que se viven en el mundo islámico. La expresidenta chilena acaba de asumir el reto de dirigir el órgano global para la igualdad


YOLANDA MONGE Nueva York 07/03/2011


Sostenía el periodista Ryszard Kapuscinski que los cínicos no sirven para este oficio, el de contar historias en las que la miseria humana generada por guerras, hambre o desigualdades tiene un papel protagonista. Nadie ha sufrido tanta injusticia, tanta violencia y tan poco reconocimiento durante los siglos como las mujeres, a las que Naciones Unidas dedica desde enero una entidad con nombre propio, porque con el correr de los años no se ha acabado el maltrato, el olvido y la invisibilidad a la que es sometida una parte muy importante de la mitad de la población mundial.

Los más cínicos o de vuelta de todo pensarán que cómo se puede avanzar en la causa de los derechos de las mujeres cuando en el Comité Ejecutivo de ONU Mujeres están países como Arabia Saudí, Pakistán o Congo, donde la población femenina no puede hacer algo tan rutinario como conducir un coche, como es el caso del primer país citado -y por no mencionar lapidaciones o crímenes de honor-. "Si trabajáramos solo con los convencidos no estaríamos haciendo nuestro trabajo", sentencia Michelle Bachelet, la primera directora de la recién nacida agencia de Naciones Unidas especializada en la mujer.

"Soy persistente y optimista", asegura Bachelet, 59 años, en su oficina de Nueva York, de la que hace apenas unos días que ha tomado posesión y cuyo equipo todavía navega por el edificio buscando sus mesas de trabajo. "Como directora ejecutiva tengo que trabajar y trabajaré con todos los países que integran ONU Mujeres y espero tener con todos ellos la mejor de las relaciones para conseguir que mejoren las condiciones de las mujeres en el mundo". Preguntada sobre si podrá denunciar a los países que no respetan los derechos de las mujeres, Bachelet se reitera en su argumento de la persistencia: "Poco a poco, en algunos avanzaremos más rápido, en otros más lento, pero avanzaremos".

Bachelet es en sí misma un ejemplo. Como primera presidenta de Chile rompió todas las barreras de género, aunque también acabó con algunas sociales y religiosas. Bachelet es madre soltera y agnóstica. Con esas credenciales llegó al poder de un país muy conservador, católico, que solo recientemente se dotó de una ley de divorcio y en cuyo ordenamiento jurídico no existe el aborto. Bachelet también sabe algo de la violencia que ejercen las dictaduras, la sufrió en primera persona en las cárceles de Pinochet, donde su padre perdió la vida. Pero reservada en cuanto a los sentimientos y consciente del peso que sus palabras pueden tener en la política nacional chilena presidida por el empresario Sebastián Piñera, Bachelet ?que abandonó el poder el año pasado con unos altos índices de popularidad solo ensombrecidos por la tragedia del terremoto? pide hablar solo de su nuevo reto en Naciones Unidas.

La actualidad abre y manda en la entrevista. En las calles de Egipto había hombres y mujeres reclamando libertad. "Lo que está sucediendo en el norte de África es una tremenda oportunidad para la causa de las mujeres", relata la directora. "De nuevo, tengo un razonable optimismo", prosigue. "En Túnez, de las tres comisiones que se han constituido para la reforma política, la revisión de la corrupción y el abuso de los derechos humanos, en cada una de ellas hay mujeres". "Es un buen comienzo, los más descreídos podrán pensar que mínimo, pero es importante porque las mujeres no se han quedado fuera del proceso". Bachelet recomienda acción, recomienda no dejar pasar las oportunidades ni escuchar a los profetas que dicen que ya llegarán tiempos en los que las mujeres puedan hacer oír sus voces. "El momento es ahora", recalca y pone como ejemplo que cuando la historia ha convencido a las mujeres de que esperasen su tiempo ha pasado sin frutos. "No estamos dispuestas a volver a la cocina", dice la directora de ONU Mujeres citando a una activista.

"Las mujeres son víctimas de violencia de todo tipo: doméstica, violaciones, abusos sexuales perpetrados como tácticas de guerra, matrimonios prematuros y mutilaciones genitales", informa. "En todo el mundo hay muchas sociedades que se enfrentan con uno u otro de esos problemas, hasta tal punto que si se tienen en cuenta las diferentes clases de violencia que pueden padecer las mujeres en algún momento de su vida, la proporción de víctimas alcanza un 76% de la población femenina mundial".

Ante este dato, su objetivo inmediato es romper "la inercia de la injusticia". "Las mujeres son prácticamente invisibles en muchos lugares", explica Bachelet, pediatra de profesión y primera mujer ?una vez más?, que accedió al frente del Ministerio de Defensa de su país. "Las mujeres son ciudadanas de segunda. Son vistas como gente que carece de derechos. Es una vergüenza para la humanidad que no puede seguir permitiéndose". ¿Cómo? ¿Cómo romper esa inercia? "Logrando que las mujeres tengan un lugar en la sociedad, para empezar que sean pagadas por su trabajo, si no tienen libertad económica no tendrán libertad".

De nuevo, Bachelet reconoce la inmensidad del desafío necesario. En algunos lugares se somete a las mujeres a violaciones sistemáticas ?como es el caso de Congo?, en otros se las mutila sexualmente ?como es el caso de la mal llamada ablación femenina practicada en países de África?. "Hay 140 millones de niñas en el mundo que han sido mutiladas, las tradiciones siguen siendo la principal barrera para erradicar esas prácticas", comunica. "Tengo una ardua tarea por delante, este escenario no puede cambiarse en dos o tres años, es imposible", dice la directora, que se define consciente de haber asumido un trabajo complejo y exigente. "Lo importante es oponerse eficazmente a las formas de violencia contra las mujeres, sin aceptar ninguna justificación basada en tradiciones".

"La señal para los Gobiernos es clara: la mujer debe de estar en el centro de sus agendas". "Por supuesto que no estamos cerca de ese objetivo pero si seguimos en esta vía llegaremos a destino". Una de las prioridades de Bachelet es "generar líderes" que apoyen a quienes luchan por avanzar en los derechos de las mujeres. Es, de nuevo, el caso de las revoluciones en el norte de África, donde las mujeres pueden hacer historia.

Hoy se cumplen cien años desde la primera vez que se celebró el Día de la Mujer. Entonces, solo en dos países las mujeres podían votar. "Hoy es un derecho casi universal. Hemos vivido un siglo de progreso", asegura Bachelet. "Pero hay que seguir trabajando para lograr un mundo mejor, donde los hombres y las mujeres tengan igualdad firmemente incorporada por el derecho a la paz, el desarrollo y la seguridad".

Inteligente, política sagaz y excelente negociadora, Bachelet no teme sucumbir a la burocracia de la ONU. Pero sabe de sus dificultades. Sabe que debe lograr buenos titulares para no caer en el olvido y que los cínicos tengan su día de regocijo. Con un presupuesto de 500 millones de dólares (357 millones de euros) de los que solo tiene en su poder un tercio, la directora de ONU Mujeres sabe que las donaciones de los países son las que mueven las agencias de la organización internacional. "ONU Mujeres ha heredado los recursos de los cuatro organismos de Naciones Unidas que se fusionaron para crear la nueva entidad", explica. España está a la cabeza de esas aportaciones, por delante de Noruega, con 33 millones.

lunes, 7 de marzo de 2011

Curso de Formación en Prevención y Asistencia de las Adicciones.Universidad Nacional de Córdoba-Argentina


Organiza: Centro de Estudios y Estrategias en Adicciones.
Escuela de Salud Pública

El próximo 8 de Abril comienza se dictará el Curso de Formación en Prevención y Asistencia de las Adicciones, desde la Escuela de Salud Pública de la Universidad Nacional de Córdoba.


Las inscripciones ya están abiertas: cupo del curso 70 alumnos.


Este Curso (ex-diplomatura), está diseñado en 9 Módulos de un encuentro mensual cada uno, y tiene como objetivos desarrollar habilidades tanto para la Prevención como para la Asistencia y Gestión de Riesgos en Adicciones.


Los destinatarios son Profesionales, Docentes, Líderes Comunitarios, Operadores Sociales.


Toda la información del curso la encontrará en la web: www.saludpublica.fcm.unc.edu.ar
o llamando al teléfono: 0351 433-3023.


Para consultas escriba a : saludpublica@fcm.unc.edu.ar

domingo, 6 de marzo de 2011

Reportaje a Silvia Rivera: “Paradójicamente, las tecnologías para tener un hijo alteran la idea de familia”


Nota Publicada en Diario Clarín el 06/03/11

El deseo del hijo “propio”, con material genético ajeno o vientre alquilado, cuestiona roles tradicionales y lleva riesgosamente al terreno del mercado un vínculo que por definición es privado.


Por Claudio Martyniuk


La ciencia y la técnica, junto con el mercado, ofrecen nuevas maneras de concebir seres humanos que modifican los modelos de maternidad y paternidad, pero que reafirman desigualdades en el acceso a estos desarrollos. Promueven también formas de sometimiento como el que padecen las mujeres pobres que venden sus óvulos como modo de obtener dinero. Silvia Rivera, filósofa especializada en bioética, analiza estas cuestiones que muestran la ambivalencia de los logros tecnológicos.

¿Qué rasgos y principales problemas presentan los procedimientos de procreación tecnológicos? Las tecnologías reproductivas ubican en un terreno público algo que estaba reservado al espacio privado: la concepción del hijo. Este carácter público de la procreación hace que nuevos actores se integren al proceso, cada uno de ellos con su perspectiva. Encontramos, además de las personas que buscan un hijo, a los profesionales biomédicos y los donantes de gametas, a los dueños de instituciones en las que se realizan los procedimientos y a mujeres que ofertan su útero para gestar hijos que serán de otros aunque los hayan parido. Hay que reconocer a la sociedad en su conjunto como uno de los sujetos intervinientes, ya que muchas de las decisiones tomadas inciden en la vida comunitaria. Con frecuencia, los intereses, deseos y valores de estos diferentes actores implicados no son armónicos.

¿Alcanza con considerar a estas tecnologías reproductivas desde el punto de vista biológico? Si las analizamos sólo desde un punto de vista biológico caemos en una posición reduccionista. Los reduccionismos son injustos porque proponen una lectura lineal que invisibiliza la complejidad de las situaciones. Recuerdo un caso que ocupó a la prensa hace unos meses: una mujer mexicana de 50 años dio a luz a su nieto tras prestar su vientre para que su hijo homosexual pudiera ser padre. Si nos ubicamos en el nivel biológico, se presenta el interrogante acerca de la viabilidad de gestar a edad avanzada. En un nivel psicológico, preocupa el impacto que puede tener en el futuro niño esta complicada trama que hace de la abuela biológica una madre portadora. En el nivel conceptual, hay que indagar en la conveniencia de utilizar el término “portadora”, como si la mujer fuera un mero recipiente sin interacción con el feto. En el nivel filosófico se impone revisar el ideal de progreso dominante, que legitima toda innovación tecnológica sin detenerse a considerar las personas o pueblos que arrasa. Y hay otro nivel: el ético-político, que promueve el debate en torno al lugar que daremos como sociedad a estas tecnologías.

¿En qué marco legal se desarrolla la fertilización asistida? En nuestro país la legislación es casi inexistente. En diciembre del año pasado se sancionó en la provincia de Buenos Aires la ley 14.208 que, con el título “Fecundación Artificial”, establece pautas mínimas. Avanza en la consideración de la infertilidad como enfermedad, siguiendo criterios de la Organización Mundial de la Salud. El problema es que sólo legisla en casos con indicación médica precisa. Esto supone una restricción frente a prácticas habituales en la medicina privada. Muchas de las personas que eligen procrear a través de estas tecnologías no lo hacen por cuestiones médicas y sus motivos son otros, como haber dejado pasar la edad reproductiva, tener una pareja del mismo sexo, o querer decidir características genéticas del embrión a través del diagnóstico preimplantatorio. Además, la ley sólo contempla procedimientos de fertilización homóloga, esto es con material genético propio. Esta es otra restricción ya que se reduce el espectro de personas (en la ley se habla de “parejas”) que pueden acceder a los tratamientos en el ámbito público, quedando excluidas las parejas heterosexuales con problemas médicos que requieran donación de gametas, las parejas homosexuales y las personas sin pareja que quieren un hijo.

¿Cómo se concretan estas intervenciones tecnológicas bajo un sistema de salud mixto? Si bien empiezan a contemplarse algunos de estos procedimientos en el ámbito público, se ven limitados a unas pocas prácticas y en pacientes que cumplen requisitos precisos. Mientras tanto, el sector privado seguirá con sus prácticas habituales bajo la ley de la oferta y la demanda, sin indicación acerca de qué procedimientos estarán o no autorizados.

¿La problemática de la fertilización asistida integra la agenda pública de salud reproductiva? No en nuestro país, dado que este tema no se contempla en la ley nacional de 2002, presentada como “Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable”. La reciente ley bonaerense de Fecundación Artificial avanza un poco en esta integración. Pero llama la atención la ausencia de este vínculo a nivel nacional. Es frecuente que se legisle sobre temas puntuales, como fertilización asistida o investigaciones biomédicas, sin incluirlas en un programa nacional de salud que posibilite a todos los ciudadanos el acceso a servicios de salud igualitarios.

¿Cómo alteran la idea de familia estas tecnologías? Estas tecnologías inciden en la visión de familia que heredamos y que emerge en Europa con el ascenso de la burguesía y el capitalismo. Se trata de un modelo basado en la lógica contractual y en la propiedad privada. Este modelo alcanza también a una versión de la bioética que centra sus especulaciones en la defensa de la autonomía de los consumidores y en el “derecho al hijo”, sin advertir que los derechos que legitima -aunque se digan universales- sólo alcanzan a un sector minoritario de la población. Porque para que algunos concreten esos derechos otros deben vender material biológico casi siempre por necesidad económica, bajo el eufemismo de la “donación”.

¿Cómo es ese proceso? Quienes donan sus gametas, puntualmente las mujeres porque en el hombre es más sencillo, deben someterse a una medicalización que no está exenta de riesgos. Tomar hormonas, hiperovular, entrar en un quirófano y pasar por una anestesia a cambio de dinero para que otros conciban su hijo “propio” es el resultado de una sociedad en la que la tecnociencia ha impuesto nuevas formas de explotación económica del cuerpo. Surge así una nueva clase de sujetos proveedores, que carecen de derechos pero que resultan necesarios para que la maquinaria tecnológico-económica funcione. Porque sin “donación”, caen gran parte de los procedimientos, ya que sólo algunos de ellos pueden realizarse con material genético propio. Son sujetos explotados que en ocasiones reciben como parte de pago algo que debería ser un derecho garantido por el Estado: la posibilidad de un chequeo completo y “gratuito” de certificada calidad, dado que los clientes, o potenciales receptores del material genético, así lo exigen.

Se habla muy poco de esto ...

Porque es importante que la opacidad de estos cuerpos explotados no empañe el proceso. Se implementan recursos retóricos que los ocultan: se habla del material genético comprado como “gametas de banco”, como si allí se generaran sin el soporte de vidas y de historias que se borran. Y estas tecnologías inciden en el modelo heredado de familia de un modo paradójico. Parecen ponerla en crisis, dado que permiten tener hijos a personas solas o a parejas homosexuales ampliando la gama de modelos familiares. Pero en un sentido profundo refuerzan ese modelo basado en la propiedad privada y la lógica contractual.

¿Qué deberían saber de su origen los nacidos con procedimientos tecnológicos? Se entrelazan factores diversos, entre ellos psicológicos. El ocultamiento de los orígenes no puede nunca ser avalado por la ética. El problema es que si llevamos esto hasta sus últimas consecuencias se desmoronaría gran parte de las tecnologías reproductivas, porque muchos procedimientos requieren de la donación de material genético que proviene de personas que por el principio de confidencialidad tienen garantizado su anonimato. Sin embargo, el derecho a la confidencialidad de los donantes entra en contradicción con el derecho a conocer nuestra identidad genética. Es una cuestión que se presenta al debate ético-político y no debe eludirse.

¿Qué implicancias ético-políticas tienen los úteros alquilados? En estos casos la posibilidad de mantener la privacidad se complica y el carácter comercial de la transacción se vuelve difícil de disimular, excepto en casos de “préstamo” de útero por parte de familiares próximos. La ausencia de legislación pone en primer plano el acuerdo privado para fijar derechos y compromisos.

¿Cómo quedan las nociones de maternidad y paternidad, a partir de la maternidad y paternidad tecnológicos? ¿Qué queda de la adopción, con las posibilidades de procreación tecnológicas? Los esfuerzos por cumplir el deseo del hijo “propio”, aunque sea con material genético ajeno y útero alquilado (o, en el mejor de los casos, prestado), termina empobreciendo -a mi juicio- las nociones de maternidad y paternidad. Porque de algún modo, ese hijo propio resulta, como una mercancía, accesible para los que pueden pagar. El verdadero desafío que enfrentamos consiste en resignificar los conceptos de maternidad y paternidad, sacándolos del circuito comercial de una tecnociencia que extrema las diferencias sociales y fomenta nuevas formas de explotación económica del cuerpo. Se trata de resignificar la adopción, no ya como premio consuelo para los estériles, sino como elección positiva aun para parejas heterosexuales fértiles, que deciden explorar modos de enriquecer y potenciar los conceptos de maternidad y paternidad.

Copyright Clarín, 2011.




Señas particulares

Autora de los libros Etica y gestión de la investigación biomédica (Paidós) y Ludwig Wittgenstein entre paradojas y aporías (Prometeo).


NACIONALIDAD: ARGENTINA
ACTIVIDAD: PROFESORA E INVESTIGADORA (UNIVERSIDADES DE BUENOS AIRES Y DE LANUS)

jueves, 3 de marzo de 2011

"Grupo de hombres con dificultades en el manejo de su malestar"


Quería compartir la realización de un nuevo Módulo del "Grupo de hombres con dificultades en el manejo de su malestar".
Consistirá en tres encuentros a realizarse los martes 15, 22 y 29 de marzo de 19,30 a 21 hs. aproximadamente en la Sede de PIAFF .
Adjunto una reflexión sobre la actividad.


Saludos


Marcelo Choclin
mchoclin@hotmail.com


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Acerca del "Grupo de Hombres con dificultades en el manejo del malestar"


-estaba en un semáforo en rojo...un muchacho me golpeó la ventana de acompañante pidiéndome dinero....la terminé de cerrar....golpeó mas fuerte la ventana....bajé del auto, lo corrí, no lo pude alcanzar

-mi mujer quería que salga...era mi cumpleaños...las nenas también me pedían pasear....yo estaba cansado...no paraban...en el pasillo del hotel me bajé los pantalones y me agarré los genitales....ahí se calmaron

-quería irse de viaje con sus compañeros de trabajo...hay compañeros varones, como la voy a dejar ir, vos no harías lo mismo?

-discutíamos...cuando ella está molesta no para, sigue, sigue y sigue...ya cambié en un montón de cosas, ¿que quiere ahora?...agarré la valija, puse la ropa y me fui al auto debajo de casa...estuve tres horas hasta que me vino a buscar...


Estos testimonios son ejemplos de situaciones en las cuales estos hombres se sienten mal frente a lo que viven como una injusticia provocada por otros/as que hieren su profundo orgullo varonil. Desde una perspectiva machista en la cual se valora la fuerza y el control de la situación, no toleran verse vulnerados en esta perspectiva, lo viven como humillación . La mujer que cuestiona este afán de dominación hace temblar los cimientos de una estructura que brilla en la dureza, despertándose un malestar que lo impulsa a redoblar los esfuerzos –incluso usando la fuerza o la amenaza-en cuanto a lograr que esa estructura personal no se desmorone, y se siga imponiendo el control sobre el otro.
Este espacio terapéutico -en el cual hombres con dificultades en el manejo del malestar compartan este tipo de situaciones- les permite vivenciar y participar de un contexto diferente: les pone en duda la tendencia que los domina y que se les impone en su cotidianeidad:

-concurrir a un grupo por esta problemática ya indica un primer paso: “tengo un problema”, acepto que no lo puedo todo, que tengo mis aspectos débiles y necesito ayuda
-al ser grupal se encuentra reunido con compañeros del mismo género que muchas veces les avalan y justifican la conducta. La sorpresa es que tiene que exponer frente a ellos la manera ineficaz de manejarse, admitir que no les dio buenos resultados, en algunos casos al límite de perder la relación de pareja o la aceptación de los hijos.
-la exposición lleva a un clima emocional particular en el cual se promueve la expresión de los sentimientos y las emociones, la “estructura de hormigón” no es viable en el grupo. No es un espacio para demostrar quien es mas vivo y mas duro con los otros. No les va a resultar adecuado venir de “ganadores”, mas bien si están ahí vienen “perdiendo” o a punto de (de relaciones, de bienestar, de autoestima personal).

El abordaje para demoler y ablandar este hormigón es el Psicodrama, perspectiva que permite a través de la representación de escenas conflictivas, que salgan las emociones, y tanto desde el protagonista como desde los compañeros aparezcan las alternativas, que impliquen manejar el malestar de otra manera.
Diferentes técnicas a su vez permiten la autoobservasión y la revisión de las conductas impropias:
-cambio de roles: el protagonista se pone en el lugar del otro, de su partenaire, ahí tiene la oportunidad de descubrir que el otro también siente, padece y tiene necesidades. Deja de ser un objeto que satisfaga su exclusiva necesidad.
-Doble: algún compañero o el coordinador expresa pensamientos / sentimientos que supone que están bloqueados o negados. Esto le abre nuevas perspectivas.
-Soliloquio: en determinada escena se le pide al protagonista que transmita lo que esta sintiendo (y que no aparece en la interacción). Esto favorece la expresión.
-Cámara lenta: Se recrea paso a paso la escena conflictiva hasta el desenlace, en cada momento se exploran las partes en juego en el protagonista, es decir el conflicto interno, que parte pesa mas, para llegar al siguiente paso, que pensamientos justifican dar ese nuevo paso. Finalmente se rebobina y se buscan alternativas. Se concretiza el conflicto con un yo auxiliar (desempeñado por uno de los compañeros), que represente la otra parte en juego.
-Concretización: el protagonista o un compañero hacen de un aspecto, de un sentimiento, por ejemplo de la “valija”. Al salirse del protagonista y meterse en “un aspecto aparentemente externo” por vía indirecta aparecen un montón de nuevos sentimientos.
-Esculturas: es una imagen congelada que representa como se ve el protagonista en determinada situación. Permite concretizar y condensar en un instante, como se ve, hacer soliloquios con cada integrante de la escultura cambiado roles, en los cuales el protagonista haga por ejemplo de su novia, que la representó en cuatro patas como si fuera el perrito de “su dueño”. Soliloquio “tengo que obedecer ya que tengo miedo a su reacción”
-Sharing: después de que se representa una escena se invita a compartir lo que en cada uno resonó. Se abren nuevos canales en todos los integrantes al sentirse reflejados en algún aspecto. No es solo útil para el protagonista de la escena, sino para el resto. Además, a partir de una escena se pueden multiplicar otra posibles.

La idea de trabajar en lo que llamo “Módulos” es debido a la necesidad de crear un espacio en el cual la voluntad y conciencia de los participantes sea en un proceso creciente.
Parte de la problemática de las personas que se conducen con conductas de maltrato es la falta de asunción de que se tenga una dificultad propia con el control de los impulsos, mas bien pesa algún tipo de consecuencia o límite externo.
De ahí es que cuando finaliza uno de los módulos se los invita a recontratar o no y en el caso afirmativo a plantearse objetivos para la nueva etapa.