viernes, 20 de noviembre de 2009

Las conciencias de Género y las Terapias Sistémicas por Ma. Cristina Ravazzola

Acerca de la importancia de las conciencias de las diferencias jerárquicas de género en el ámbito de la vida cotidiana y en el ejercicio de la psicoterapia desde la perspectiva sistémica*. Cómo estas conciencias des-anestesian.

Ejemplos clínicos

Voy a comenzar por la transcripción de ejemplos que involucran personas, y analizarlos, para ordenarme y no perderme en el intento de desbaratar construcciones culturales que nos hacen “trampas” a la hora de tomar decisiones acertadas en el camino de ayudar a producir cambios en quienes nos consultan.
Los ejemplos refieren acciones de terapeutas. Nos permiten inferir sus los sistemas de creencias tanto de consultantes como de terapeutas, que afectan a las decisiones que se toman.

Ej. 1
Una señora consulta a un equipo hospitalario de Psicoterapia porque su marido la golpea. En la primera entrevista, el marido, que está también presente, se muestra colérico y amenazante. Para las entrevistas siguientes, las terapeutas (dos mujeres) citan sólo a la señora, quien queda así señalada como quien necesita tratamiento. Cuando la supervisora les pregunta acerca de esa decisión, las terapeutas contestan que ahora se dan cuenta de que las actitudes del marido les habían despertado miedo. Algunos colegas (varones) que están presentes en la supervisión, les recuerdan irónicamente, subestimando su miedo, que ellas no están solas, que ellos también están presentes en el Hospital, y que entonces ellas pueden llamarlos si los necesitan.
Podemos pensar que, en caso de haber invitado al marido, las condiciones en que estas dos terapeutas enfrentarían la actitud colérica y amenazante del señor serían tales que:
a) contarían con la presencia cercana de personas que las podrían ayudar,
b) ellas mismas son dos personas, no sólo una,
c) se encuentran en un ámbito público, protegidas,
Ellas son concientes ahora de haber experimentado MIEDO, pero en ese momento no pudieron tomar esto como un dato para conversar con sus pacientes ni elaborar posteriormente una estrategia con sus colegas.
Este ejemplo resulta interesante, y da una idea de estas “trampas” que anestesian eficazmente a las personas que intervienen en estas situaciones. La anestesia les impidió a las terapeutas el registro del miedo. Cuando en la supervisión se conectan con la escena de la entrevista frente al señor enojado, rescatan ese miedo anestesiado. Ese malestar hubiera sido una información importante que podía haber legitimado la misma emoción en la señora que acude a pedir ayuda. Pero resulta en los hechos silenciado, no expresado por las terapeutas. Ellas no le comunican a la consultante ni al marido el motivo de su decisión. La anestesia de las terapeutas queda al servicio del circuito invisibilizador y minimizador de la violencia doméstica[1].

Ej 2.
Sofía, de unos 28 años, concurre, enviada por la escuela de sus hijas, para recibir ayuda terapéutica, dado que, desde hace unos 3 meses, se siente muy inestable con sus hijas, y hasta ha llegado a castigar una vez a la mayor, Lucía, con un cable. Nos relata que hace dos días, ha vuelto Emilio, su marido, a la casilla en que ella vive con sus hijas. El acaba de pasar 3 años en prisión, luego de haber asesinado al marido de la mujer que era su amante.
Sofía cuenta que, antes de estar Emilio preso, varias veces ella había intentado separarse de él, pero no lo hizo porque él amenazaba con sacarle la tenencia de las nenas. Ahora que él ha vuelto, y desde que ella se enteró, hace unos meses, de que lo iban a soltar, se siente muy asustada.
Durante estos últimos 3 años, Sofía ha estado llevando las nenas a la cárcel para que no perdieran contacto con su papá, pensando que ellas lo quieren y lo necesitan, ya que “un padre siempre es muy importante para sus hijos”.
En el equipo de terapeutas, en su mayoría terapeutas familiares, se debate largamente sobre si sería bueno citar a Emilio, el padre, quien podría estar preocupado por el maltrato de la madre a la nena, así como también cuál puede ser, en el contexto de un barrio de emergencia, la importancia de la presencia de un hombre en la casa para la seguridad de la mujer y las nenas (que habían estado solas durante tres años).
Sofía declara sentirse ahora muy confundida, ya que una hermana le dice que debe darle a él otra oportunidad mientras que otra hermana le sugiere que él parece no haberlas tenido en cuenta ni a ella ni a las hijas cuando se enredó con la otra mujer y terminó matando a su marido.
En este ejemplo, la anestesia circula alrededor de la significación que tanto Sofía como el equipo terapéutico dan a la imagen de PADRE. Dado que esa imagen se liga a la necesidad de protección, amparo, límites a desbordes, cuidado de los peligros de afuera que pueden amenazar a esta señora y a sus hijitas, los terapeutas y la señora se preocupan por respetar y aún fabricar para este hombre un lugar social prestigiado de padre, que, indudablemente, él mismo ni produjo ni sostuvo.[2]
La expectativa social acerca de un rol, es decir, la función esperada desde la cultura (que yo llamo metafóricamente el ENVASE ) configura un espacio de ilusión que a veces, como en este caso, va más allá de las conductas reales y concretas (metafóricamente el CONTENIDO) de ese rol por parte de la persona a la que se le adjudica.
En los hechos, esta señora, Sofía, ha estado ella misma jugando ese rol de cuidar y poner límites (mal llamado de PADRE) desde el CONTENIDO del mismo, durante los últimos tres años y quizás por más tiempo. Pero el espacio ilusorio se mantiene, mientras opera una anestesiante confusión entre CONTENIDO y ENVASE. Ella, desde el envase de madre, jugó por ese tiempo los dos roles.
Si los terapeutas también se confunden y creen que el contenido cuidado y límites corresponde exclusivamente al envase de padre no ayudan a Sofía porque suponen que ella y sus hijas precisan ahora para organizarse de acciones por parte de él, el padre, que en los hechos nunca ejerció. Si pudieran salir de esa “trampa” de los supuestos sobre la necesidad de la presencia de ESE padre en el sistema familiar, los terapeutas podrían ayudar a Sofía a valorizar todo lo que pudo hacer sola, a examinar sus pensamientos cuando ella se desbordó con su hijita, y a implementar recursos propios para auto contenerse y ejercer su autoridad de madre sin violencia, entendiéndose su malestar y preocupación al saber que desaparecía la contención social que frenaba las acciones irresponsables y delincuenciales de su esposo, y que entonces ahora, con él fuera de la cárcel, ella volvía (en relación a él) a tener que resolver lo que postergó durante 3 años.

Ej. 3
Para otro ejemplo muy ilustrativo de los cambios positivos que se operan cuando las[3] terapeutas dejamos de cultivar la ilusión del valor de los envases, suponiendo que siempre se corresponden con el contenido, y nos conectamos con cada persona y sus conductas, quiero relatar un proceso terapéutico en el que la consultante es una asistente social de una institución de ayuda a familias con hijos de edad escolar, pertenecientes a una comunidad de la ciudad de Buenos Aires.
La asistente social, Nora, concurre a la entrevista con tres niños, Juan, Daniel y Paula, que viven durante la semana en la institución. También concurre Jaime, su padre. Los niños habitan un barrio periférico, al que vuelven los fines de semana. Jaime, el padre, durante la semana, duerme en casa de sus propios padres, en la ciudad Capital. La madre de los niños murió de cáncer hace dos años, y era ella quién había criado sola a estos niños ya que, por ser ella de condición social muy humilde, siempre fue rechazada por los padres de Jaime, quienes nunca reconocieron a estos niños como sus nietos.
En la primera entrevista, una imagen inesperada: Jaime juguetea con los dos más chicos, busca la aprobación de Nora, y ser escuchado en sus propios diversos problemas; entre otros que tiene miedo, los fines de semana, de ir a la casita del barrio donde están los hijos, porque una vez fue asaltado y golpeado. En contraste, Juan, el hijo mayor (10 años), se muestra preocupado y enojado por los problemas que Daniel (7) y Paula (8) generan en la institución, motivo de la consulta.
Mientras Daniel y Paula aseguran al padre que pueden ir a "buscarlo a la estación" para que él vaya a la casa a acompañarlos sin que tenga tanto miedo, los terapeutas y Nora, hacen un lugar a Jaime, esperando que éste exprese algo desde su lugar de padre pero se frustran escuchando hasta el final discursos en los que él hace sólo pedidos y reclamos para sí mismo.
Analizando la situación se hace evidente que este ENVASE de PADRE contiene más bien un niño, indefenso y demandante, al cual estos hermanitos carenciados (ENVASE de HIJOS) cuidan y apoyan, mientras uno de ellos (en ENVASE de niño) en los hechos desarrolla conductas de un verdadero adulto que, junto con la asistente social, se hace cargo de asumir las responsabilidades parentales (CONTENIDO). Estas conciencias se hacen evidentes cuando uno de los terapeutas, usando una técnica psicodramática pone a Jaime sobre la falda de Juan como si fuera un bebé (se queda quieto y cómodo) mientras Juan, sorprendido y esforzado, lo sostiene. Con esta escena cambian las acciones de los terapeutas, ya no más interesados en encontrar conductas de padre en Jaime sino en ayudar a quienes se hacen cargo de las funciones de cuidado (los hijos y la asistente social).

Ej. Nro 4

Una señora, Clara de 56 años, procura ayuda terapéutica, a partir de una depresión intensa. Cuenta que está así desde que, a partir de la última escalada hiperinflacionaria en la Argentina, el marido, dueño y titular del laboratorio químico en que ambos trabajaban, le propone que ella deje de trabajar y sea reemplazada por uno de sus hijos que está estudiando la licenciatura en química, y está buscando trabajo que no sobra por la coyuntura económica del contexto.
Ella en principio acepta porque lo ve razonable, pero a poco andar percibe que no está acostumbrada, después de 20 años, a que el marido decida sobre el dinero qué le da o no para los gastos de ella y de la casa. Tampoco ve bien que el hijo tenga más autoridad que ella "porque él ahora trabaja y gana". Ella quiere entonces volver a cambiar las reglas de juego y retomar su lugar en el laboratorio. Para su gran asombro, no sólo su marido y su hijo no aceptan esto, sino que la definen a ella como problemática, menopáusica, inadaptada a los cambios y los crecimientos, quejosa, molesta.
Como Clara se sabe idónea en la tarea que desempeñó durante años, aunque sin título académico, sale a buscar trabajo en el ramo. Se encuentra con que no tiene ninguna constancia, currículum, título, ni papeles que acrediten su experiencia y su idoneidad. Descubre entonces que ha hecho el trabajo de apuntalar y auxiliar a su marido. En el mundo de las transacciones laborales su trabajo no tiene ninguna certificación que lo valide, y el marido se niega a ayudarla porque, desde su criterio, la ve mal y no quiere que ella siga trabajando, ya que la economía del hogar no lo necesita.
Clara está desesperada y se encuentra con que los terapeutas consultados interpretan su malestar como relativo a un momento de su ciclo vital y familiar (el llamado NIDO VACIO), en lugar de relacionarlo con el diario conflicto de sentir la evidencia (antes oculta) de su lugar de subordinación, que aparece una vez quitada la dosis permanente de anestesia que le significó en su momento, el supuesto prestigio proveniente de su actividad laboral.
Su identidad está en crisis, sus ilusiones acerca de su propia imagen también. La imagen de su marido y la expectativa de igualdad y reciprocidad en relación a él, se han caído. Clara necesita ayuda para evaluar ahora, sin velos, los supuestos acerca de sí misma como perteneciente al mundo público laboral a través de su concreto y eficiente trabajo en el laboratorio. Le "hicieron" creer, y ella fue partícipe de esa creencia, que ella y su marido eran socios igualitarios, que lo que ella hacía para el prestigio y crecimiento del producto común, lo que ella ponía de sí misma, tenía el mismo reconocimiento y el mismo "premio" para los dos, que ambos gozaban de igual autonomía y poder de decisión. Anestesiada, no vio la realidad de su inversión, y ahora siente que es prescindible, que ha perdido todo: trabajo, dinero (ya que el que ganó lo gastaba en la casa, sabiendo que contaba con sus próximos ingresos y con lo que producía el laboratorio, del que ahora disponen el marido y el hijo), e ilusiones. Creyó ser socia de una staff empresarial, y anestesió toda percepción que le indicara que en realidad ella cumplía con el mandato de apoyar y realzar al "verdadero" trabajador y dueño que era su marido. Se sintió parte de un "nosotros" que no la incluyó en la medida de su expectativa. "Nuestro" laboratorio, "nuestro" dinero, "nuestro" proyecto común dejó invisible la ilegitimidad de su trabajo diario, y la concreta des-posesión que ocurría. Ahora debe afrontar su despojo y su posibilidad de rescate y afirmación desde donde realmente quedó. Si se siente entendida en su dolor por sus pérdidas, y no rotulada como “desviada de la normalidad”, puede empezar a defender lo suyo, reubicándose en sus relaciones familiares y rescatando sus propios valores y proyectos.

Objetivo terapéutico general

En los programas de acción terapéutica que desarrollamos en los equipos PIAFF[4], nos proponemos introducir una lógica y acciones tales que amplíen y problematicen las creencias que se correlacionan con las conductas de las personas, consideradas en sus sistemas sociales de referencia. Para esto incluimos las diferencias de género como un factor determinante, con implicancias contextuales específicas. La expectativa es que, a partir de estas nuevas conciencias, logradas a través de conversaciones colaborativas[5] que incluyen ejercicios corporales, las personas enredadas en conductas que no desean, puedan visualizar alternativas de solución a sus problemas y tomar nuevas decisiones.

Objetivo particular de este trabajo

Tomo los ejemplos expuestos para hacer posible la identificación, en el campo del accionar terapéutico, de algunas “trampas” anestesiantes que nos ocultan posiciones que ocupamos los terapeutas. Estas “trampas” están en formas en que mujeres y varones pensamos, decimos y actuamos en la vida cotidiana y en decisiones que tomamos en nuestro accionar profesional. Sin darnos cuenta, como terapeutas, podemos estar defendiendo el prestigio de los lugares sociales que la cultura atribuye a los hombres, en estos casos examinados, padres y maridos. Con esto, contribuimos a la perpetuación de un orden en el que las diferencias jerárquicas de sexo promueven penosas e injustas desigualdades. Los costos de este orden injusto son grandes, especialmente en calidad de vida para mujeres y varones.
Me propongo ser útil a mis colegas, en especial si tienen formación sistémica, en el sentido de que se nos hagan claras y visibles esas múltiples y sutiles “trampas” que, en diferentes niveles (ideas, discursos, relaciones, imágenes, estructuras, etc.) nos ponen una venda en los ojos, nos anestesian. Me refiero a lo que no se nos hace visible como clave de lo que está pasando a quien nos consulta, se nos queda escondido o minimizado, como sin importancia o sin resalto, con lo que no se nos aparece una diferencia significativa como información sino que las interacciones siguen circulando tal como estaban.
Es muy posible que yo también me haga “trampas” involuntarias en mi trabajo, y que sin darme cuenta omita o confunda algún nivel de los que tomo para analizar. Generalmente el trabajo en equipo me permite en estas situaciones el reconocimiento de las mismas.


Puntos de partida

Como psicoterapeuta, me encuentro casi habitualmente con hombres y mujeres con vocación de cuidados, que consultan porque perciben que ellos y ellas, o alguien de su entorno, necesitan ayuda. En la mayoría de los casos, estas personas expresan con más claridad lo que ven como necesidad de algún otro que una necesidad propia, y hasta puede ser que pidan ayuda para convertirse en mejores ayudadoras, percibiendo que en algo les están "fallando" a los suyos.
En estas consultas:
-Proponemos poner entre paréntesis los conceptos diagnósticos y técnicos que derivan de la psiquiatría , el psicoanálisis y otras teorías psicológicas, para poner centralmente nuestra mirada sobre los hechos y transacciones de la vida cotidiana, y la experiencia concreta del contacto que hacemos con quienes nos consultan. Esto quiere decir que nos interesa examinar toda la serie de conductas y negociaciones que producimos y aceptamos permanentemente todos los días, y cómo nos sentimos en las interacciones en las que participamos.
-Desde nuestro punto de vista estas transacciones cotidianas, sus supuestos y sus efectos, son el eje clave del bienestar, el malestar y los estados psicofísicosociales que llamamos salud-enfermedad. Por lo tanto nos parece muy importante revisar los supuestos de salud y enfermedad con los que operamos nosotros y quienes nos consultan.
-Nuestra cultura prescribe continuamente las conductas que considera adecuadas para las personas, que son distintas según se trate de varones o de mujeres, y según a qué clase social, raza, edad, etc. pertenezcan. La distinción en la que acá nos concentramos es la que nos señala cómo debemos comportarnos si somos mujeres y cómo debemos hacerlo si somos varones, y las implicancias valorativas de tales distinciones y sus consecuencias.
Consideramos que los mandatos cotidianos que recibimos las mujeres nos inducen y nos entrenan hacia:
° responder a las necesidades y a los deseos de otros antes que a los de nosotras mismas
° conocer y reconocer las señales de tales necesidades y deseos en los otros, sin entrenarnos igualmente en el reconocimiento de las señales correspondientes a las necesidades y deseos propios.
° sentirnos y creernos responsables del bienestar y del malestar de los otros
° buscar la permanente aprobación de los otros
° experimentar serias dificultades para decir que NO.
° asumir el compromiso y la responsabilidad por la conservación de las estructuras sociales [6]
° negar o evitar los conflictos
° evitar agresiones u hostilidades.
° aceptar sin cuestionar lo que proviene de otro, seguir sus indicaciones como si fueran válidas, aún en las esferas más íntimas y propias, como la sexualidad y el propio cuerpo.
° someterse al sistema médico-psicológico sin cuestionarlo.
° no sentirnos seguras de nosotras mismas.
° definir destino y proyectos en función de un hombre, generalmente el marido
° no registrar malestar ni cansancio en tareas de cuidado
° no ser efectivas en acciones de auto defensa.

Estos mandatos configuran la imagen de la madre ideal que la cultura nos presenta como el modelo de la identidad femenina.
Al funcionar estas expectativas sobre las mujeres como un mandato social, el no cumplimiento de estas prescripciones no sólo nos haría pasibles de sufrir castigos sociales como soledad, aislamiento, rechazo, etc., sino que nos convertiría ante nuestros propios ojos, en no- mujeres, no solo inadecuadas sino de-generadas, des-naturalizadas en nuestra identidad de mujer.

Las mujeres, en las experiencias que nos marcan los mandatos culturales, vamos creciendo y viviendo mientras nos decimos:

1)"acepto el lugar de importancia superior del otro con respecto a mí misma" “Alejandro no me deja conducir en ruta” dice una señora ama de casa, arquitecta, casi orgullosa de sentir que su marido la cuida y cuida a los suyos, sin conciencia de la descalificación que se le asigna.
2)"des-aprendo a reconocer las señales que me da mi propio cuerpo (cansancio, dolor, placer, etc), acerca de mí misma, las des-estimo y las postergo, a menos que sean lo suficientemente grandes como para que me hagan "fallar" en mi función de ayudadora y sostén de los otros. Sólo en ese caso merece la pena que me ocupe de mí.”
3)"mientras yo no esté grave, no está amenazada mi función y puedo cumplir con las expectativas que los otros han puesto sobre mí. También mientras mi marido, hijos, padre, madre, hermanos, estén bien, sé que estoy cumpliendo adecuadamente mis funciones, que soy aprobada y reconocida por mí y por los demás en mi identidad de función, (¿madre ideal?)"
4-"si algo no anda bien, en mí o en ellos, pido ayuda desde mi función cuidadora, ya sea para ellos o para que me vuelvan a poner a mí en buen estado y pueda volver a funcionar. Me siento responsable de subienestar"
6)"para que ello sea posible, ni yo, ni los demás debemos registrarME, con lo que me administro a mí misma grandes dosis de anestesia." "¿Cómo?
a) me hago experta en reconocer señales de que se está levantando la anestesia (que me canso, que me quiero ir, que estoy arrepentida de haberme casado, de haber tenido hijos, desilusionada, estafada...) y trato de recuperarla para lo que uso recursos anestesiantes, sociales y personales, como negar la desigualdad, la opresión, la conciencia de pertenecer a un status de 2da, etc. Busco terapias anestesiantes y sustancias químicas que me calmen.”
b) trato de producir anestesia también en mis interlocutores para que no registren lo que yo vivo ni me den feed back de ello ( a través de hacerme la loca, provocar, ponerme tonta, irritar, no pedir claramente, no usar las estrategias adecuadas, etc)."
¿Cómo algo que está se hace invisible? Y, como dice H. von Foerster, no vemos que no vemos…, con lo que creemos que ESO no ES o no ESTA.[7]
Los magos hacen trucos de "ilusionismo". Provoca que se ponga la mirada sobre algo que no permita que aparezca el impacto de la diferencia. Por lo tanto, no se nota aquello que se quiere invisibilizar.
El drama de lo cotidiano es que justamente es invisible, supuestamente “natural”. El acostumbramiento, la repetición, el hecho de que algo suceda frecuentemente, abundantemente, quita categorizaciones diferenciales que puedan producir impacto cognitivo.
Se anestesian entonces los malestares. También se anestesian los procesos de producción de los malestares. Los neurobiólogos han llamado: disociaciones post traumáticas a estos fenómenos anestésicos defensivos

Algunas formas lamentablemente eficaces que las personas usamos para lograr anestesia.

-Suponer que algo que otro dice o escribe es verdad sin reflexionarlo.
-Aceptar formas plurales de enunciados (“nosotros”...”ustedes”…) sin repreguntar (¿quiénes?).
-Hacer hincapié en la estructura: aceptar una propuesta porque "es buena para la familia-pareja" (sin analizar esto suficientemente).
-Decirse "no es para tanto" frente a algún mal trato que otro pone en evidencia; negar el malestar. Los malestares se pueden negar pensándolos como "triviales" o exagerados.
-Sentir o decir "yo puedo esto y más" frente a un sobreesfuerzo, negar el malestar y negar el costo.
-Sentir y decir que "él (por el que estaría produciendo el mal trato) está enfermo, hay que comprenderlo".
-Como lo ideal es que hombres y mujeres seamos iguales en jerarquías y prestigio, creer que entonces, seguramente SOMOS IGUALES.
-Suponer que la dedicación y el trabajo doméstico, así como las tareas propias de las necesidades de la crianza de los hijos, son "naturales", por lo tanto, no producen cansancio.
-No apreciar ni exigir reconocimiento social y familiar por el trabajo doméstico como tal. Desconocimiento del tiempo, la dedicación, y el esfuerzo que demanda, y la importancia que tiene para la creación de climas de confort y bienestar.
-Rotular para no escuchar y aceptar rótulos
-Hablar de modos que siguen un diálogo con alguien que está afuera de la interlocución con nosotros.
"Yo le dije a...
"El me dijo....El dice...
"Querés saber lo que él dice...
"Cuando yo le digo a...
-Aceptar definiciones de hombre y mujer según el estereotipo y sin reflexionar.
-Aceptar explicaciones como si fueran verdades sin advertir que funcionan como justificaciones.
-Negar la necesidad de estrategias.
-Negar o disminuir deliberadamente el propio poder (hacerse la loca-la tonta-la ciega-desesperarse y ceder)

Algunas estrategias (para terapeutas) para eludir las “trampas”.

-Pararse detrás de ella (doblaje) para ver qué cosa LA anestesió.
-Pararse detrás de él para ver qué le hace sentir como siente
-Concientizar Envases y Contenidos
-Desrotular. No aceptar rótulos
-Redefinir comunicaciones incongruentes
-Hacerles dramatizar roles complementarios
-Participar de talleres de búsquedas de situaciones-evidencias-en la Vida Cotidiana de desigualdades o aquellos elementos de la violencia habitualmente invisible.
-Registrar cuando en la relación con la terapeuta se reproducen los mismos patrones que se describen en la vida cotidiana de las consultantes.

Podemos continuar con las listas que nos armamos para mantenernos alertas acerca de las “trampas” que nos producen anestesias. Estos listados no son exhaustivos ni representativos de todas las consultas en las que las diferencias de género juegan un papel preponderante en los conflictos que se presentan. Sólo reflejan la experiencia de un equipo de terapeutas que venimos compartiendo un camino de compromiso con el bienestar y la salud de hombres y mujeres recuperando vínculos que incorporan valores de justicia, sentimientos de amor y empatía y acciones de solidaridad y cuidados de unos a otros.


Bibliografía:

· Daskal, Ana Ma.; “La división del trabajo doméstico”, compilación de Daskal, A. M. y Ravazzola, M. C. ; El malestar silenciado, la otra salud mental. Santiago de Chile: Isis Internacional, Ediciones de las Mujeres nro 14. 1991. Pgs. 143/145
· Foerster, Heinz von; “Visión y conocimiento: Disfunciones de segundo orden”; Compilación D. Fried Schnitman, Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad. Buenos Aires: Paidos. 1994.

· Fried Schnitman, Dora; “Afrontamiento de crisis y conflictos: una perspectiva generativa”; Rev. Sistemas Familiares, Buenos Aires, año 21 – nro 1 -2, 2005. pgs. 98/118
· Gergen, K.; “La comunicación terapéutica como relación”; Rev. Sistemas Familiares, Buenos Aires, año 21 – nro 1 -2, 2005. pgs. 119/135.

· Ravazzola, Ma. Cristina; Historias infames: los maltratos en las relaciones. Buenos Aires: Paidos. 1997

· Ravazzola, Ma. Cristina; “De intervenciones de expertos a conversaciones colaborativas en la búsqueda de relaciones más democráticas en familias e instituciones”; Rev. Perspectivas Sistémicas, "Juventud, Suicidio, Violencia y Familia (nº 78 de Septiembre/ Octubre del 2003))

· Ravazzola, Ma. Cristina; "La Enfermedad Nuestra de cada día" (colab. Ana Ma. Daskal). Rev. Sistemas Familiares. Buenos Aires, Año 5, Nº2, Agosto 1989

· Roberts, Janine; Transparency and Self-Disclosure in Family Therapy: Dangers and Possibilities. University of Massachusetts.

· Sluzki, C., “Violencia familiar y violencia política”, Comp. Fried Schnitman, D.. Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad, Buenos Aires: Paidós. 1994


· Weingarten Kathy: “If fathers are going to be important”; The Mother´s Voice – strengthening intimacy in families. The Guilford Press, New York, London, 1994.




* Autora: Dra. Ma. Cristina Ravazzola, Médica, Especilista en Psiquiatría, Terapeuta Familiar: Arcos 1546, P3 , Buenos Aires, Argentina. T. 54 11 4785-2305. mravazzo@sion,com

[1] En Historias Infames, Paidos Argentina, 1997, comparo el sistema de la violencia doméstica con el circuito propio de los autoritarismos en que se invisibilizan los malestares, la conciencia del daño y los recursos de acción positiva de los actores involucrados, en función de ideas aceptadoras de diferencias y opresiones de género.
[2] Kathy Weingarten “If fathers are going to be important…, del libro The Mother´s Voice – strengthening intimacy in families. The Guilford press, New York, London, 1994.
[3] Uso el artículo en género femenino, pero representando a los dos géneros.
[4] Programas de Investigación, Asistencia, y Formación en Familia.
[5] Kenneth Gergen(2005); Dora Fried Schnitman (2005); Ma. Cristina Ravazzola(2003),
[6] Ravazzola, M. C.(1989)
[7] H. von Foerster (1994)

domingo, 15 de noviembre de 2009

El valioso tiempo de los maduros


Lo manda Fanny Frield

Mensaje de Mario de Andrade
(Poeta, novelista, ensayista
y musicólogo brasileño)


“Conté mis años y descubrí,
que tengo menos tiempo
para vivir de aquí en adelante,
que el que viví hasta ahora...

Me siento como aquel chico
que ganó un paquete de golosinas:
las primeras las comió con agrado,
pero, cuando percibió
que quedaban pocas,
comenzó a saborearlas profundamente.

Ya no tengo tiempo
para reuniones interminables,
donde se discuten estatutos,
normas, procedimientos
y reglamentos internos,
sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo
para soportar absurdas personas
que, a pesar de su edad cronológica,
no han crecido.

Ya no tengo tiempo
para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones
donde desfilan egos inflados.

No tolero a maniobreros
y ventajeros.

Me molestan los envidiosos,
que tratan de desacreditar
a los más capaces,
para apropiarse de sus lugares,
talentos y logros.

Detesto, si soy testigo,
de los defectos que genera
la lucha por un majestuoso cargo.

Las personas no discuten contenidos,
apenas los títulos.

Mi tiempo es escaso
como para discutir títulos.

Quiero la esencia,
mi alma tiene prisa....

Sin muchas golosinas en el paquete...

Quiero vivir al lado
de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca,
con sus triunfos.
Que no se considere electa,
antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo
andar del lado de la verdad
y la honradez.

Lo esencial es lo que hace
que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente,
que sepa tocar el corazón
de las personas….

Gente a quien los golpes
duros de la vida,
le enseñó a crecer
con toques suaves en el alma.

Sí…. tengo prisa…
por vivir con la intensidad,
que sólo la madurez
puede dar.

Pretendo no desperdiciar
parte alguna de las golosinas
que me quedan…
Estoy seguro
que serán más exquisitas,
que las que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final
satisfecho y en paz
con mis seres queridos
y con mi conciencia.

Espero que la tuya sea la misma,
porque de cualquier manera
llegarás.."



sábado, 14 de noviembre de 2009

8º Jornada de Estudio y Reflexión " Varones, Masculinidad y Violencia hacia las mujeres"


Resolución 343/2009 del Ministerio de Educación que fija las actividades reservadas al título de Psicólogo y Lic. en Psicología

B.O. 07/10/09 - Resolución 343/09-ME - EDUCACION SUPERIOR - Aprueba contenidos curriculares básicos, carga horaria, criterios de intensidad de la formación práctica y los estándares para la acreditación de las carreras correspondientes a los títulos de Psicólogo y Licenciado en Psicología

Ministerio de Educación
EDUCACION SUPERIOR
Resolución 343/2009

Apruébanse los contenidos curriculares básicos, la carga horaria, los criterios de intensidad de la formación práctica y los estándares para la acreditación de las carreras correspondientes a los títulos de Psicólogo y Licenciado en Psicología.

Bs. As., 30/9/2009

VISTO, lo dispuesto por los artículo 43 y 46 inciso b) de la Ley Nº 24.521 y el Acuerdo Plenario Nº 64 del CONSEJO DE UNIVERSIDADES de fecha 23 de junio de 2009, y
CONSIDERANDO:

Que el artículo 43 de la Ley de Educación Superior establece que los planes de estudios de carreras correspondientes a profesiones reguladas por el Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público, poniendo en riesgo de modo directo la salud, la seguridad o los bienes de los habitantes, deben tener en cuenta la carga horaria mínima, los contenidos curriculares básicos y los criterios sobre intensidad de la formación práctica que establezca el MINISTERIO DE EDUCACION en acuerdo con el CONSEJO DE UNIVERSIDADES.
Que además, el MINISTERIO DE EDUCACION debe fijar, con acuerdo del CONSEJO DE UNIVERSIDADES, las actividades profesionales reservadas a quienes hayan obtenido un título comprendido en la nómina del artículo 43.

Que de acuerdo a lo previsto por el mismo artículo en su inciso b), tales carreras deben ser acreditadas periódicamente por la COMISION NACIONAL DE EVALUACION Y ACREDITACION UNIVERSITARIA (CONEAU) o por entidades privadas constituidas con ese fin, de conformidad con los estándares que establezca el MINISTERIO DE EDUCACION en consulta con el CONSEJO DE UNIVERSIDADES según lo dispone el artículo 46, inciso b) de la Ley Nº 24.521.

Que mediante el Acuerdo Plenario Nº 21 del CONSEJO DE UNIVERSIDADES, de fecha 2 de octubre de 2003 y la Resolución Ministerial Nº 136 de fecha 23 de junio de 2004 se incluyó a los títulos de PSICOLOGO y de LICENCIADO EN PSICOLOGIA en el régimen del artículo 43 de la Ley de Educación Superior.

Que por Acuerdo Plenario Nº 64 de fecha 23 de junio de 2009 se prestó conformidad a las propuestas de contenidos curriculares básicos, carga horaria mínima, criterios de intensidad de la formación práctica y estándares de acreditación referidos a las carreras de Psicología y de Licenciatura en Psicología, así como a las actividades reservadas para quienes hayan obtenido los correspondientes títulos y también manifestó su conformidad con la propuesta de estándares para la acreditación de las carreras de mención, documentos todos ellos que obran como Anexos I, II, III, IV y V —respectivamente— del Acuerdo de marras.

Que dicha propuesta había sido aprobada por el CONSEJO INTERUNIVERSITARIO NACIONAL, mediante Resolución CE Nº 446 de fecha 14 de febrero de 2008 y Resolución CE Nº 524 de fecha 28 de abril de 2009.

Que frente a la necesidad de definir las actividades profesionales que deben quedar reservadas a los títulos de PSICOLOGO y de LICENCIADO EN PSICOLOGIA y, considerando la situación de otras titulaciones ya incluidas en el régimen del artículo 43 de la Ley de Educación Superior o que pudieran serlo en el futuro con las cuales pudiera existir —eventualmente— una superposición de actividades, corresponde aplicar el criterio general adoptado por el CONSEJO DE UNIVERSIDADES respecto del tema, declarando que la nómina de actividades reservadas a quienes obtengan los títulos respectivos se fija sin perjuicio de que otros títulos incorporados al mismo régimen puedan compartir algunas de las mismas.

Que tratándose de una experiencia sin precedentes para las carreras, el CONSEJO DE UNIVERSIDADES recomienda someter lo que se aprueba en esta instancia a una necesaria revisión una vez concluida la primera convocatoria obligatoria de acreditación de carreras existentes y propone su aplicación con un criterio de gradualidad y flexibilidad, prestando especial atención a los principios de autonomía y libertad de enseñanza.

Que del mismo modo y tal como lo propone la Comisión de Asuntos Académicos en su Despacho Nº 60, corresponde tener presentes los avances que puedan lograrse en el proceso de integración regional, los que podrían hacer necesaria una revisión de los documentos que se aprueben en esta instancia, a fin de hacerlos compatibles con los acuerdos que se alcancen en el ámbito del MERCOSUR EDUCATIVO.

Que por tratarse de la primera aplicación del nuevo régimen a estas carreras, la misma debe realizarse gradualmente, especialmente durante un período de transición en el que puedan contemplarse situaciones eventualmente excepcionales.

Que también recomienda establecer un plazo máximo de DOCE (12) meses para que las instituciones universitarias adecuen sus carreras a las nuevas pautas que se fijen y propone que dicho período de gracia no sea de aplicación a las solicitudes de reconocimiento oficial y consecuente validez nacional que se presenten en el futuro para las nuevas carreras de Psicología y de Licenciatura en Psicología.

Que atendiendo al interés público que reviste el ejercicio de las profesiones correspondientes a los referidos títulos, resulta procedente que la oferta de cursos completos o parciales de alguna de las carreras incluidas en la presente que estuviera destinada a implementarse total o parcialmente fuera de la sede principal de la institución universitaria, sea considerada como una nueva carrera.

Que corresponde dar carácter normativo a los documentos aprobados en los Anexos I, II, III, IV y V del Acuerdo Plenario Nº 64/09 del CONSEJO DE UNIVERSIDADES, así como recoger y contemplar las recomendaciones formuladas en el mismo.

Que la DIRECCION GENERAL DE ASUNTOS JURIDICOS ha tomado la intervención que le compete.

Que la presente se dicta en uso de las atribuciones conferidas por el artículo 43 de la Ley Nº 24.521.

Por ello,

EL MINISTRO DE EDUCACION
RESUELVE:

Artículo 1º — Aprobar los contenidos curriculares básicos, la carga horaria mínima, los criterios de intensidad de la formación práctica y los estándares para la acreditación de las carreras correspondientes a los títulos de PSICOLOGO y LICENCIADO EN PSICOLOGIA, así como la nómina de actividades reservadas para quienes hayan obtenido los títulos respectivos, que obran como Anexos I —Contenidos Curriculares Básicos—, II —Carga Horaria Mínima—, III —Criterios de Intensidad de la Formación Práctica—, IV —Estándares para la Acreditación— y V —Actividades Profesionales Reservadas— de la presente resolución.

Art. 2º — La fijación de las actividades profesionales que deben quedar reservadas a quienes obtengan los referidos títulos, lo es sin perjuicio de que otros títulos incorporados o que se incorporen a la nómina del artículo 43 de la Ley Nº 24.521 puedan compartir parcialmente las mismas.

Art. 3º — Lo establecido en los Anexos aprobados por el artículo 1º de la presente deberá ser aplicado con un criterio de flexibilidad y gradualidad, correspondiendo su revisión en forma periódica.

Art. 4º — Establecer un plazo máximo de DOCE (12) meses para que los establecimientos universitarios adecuen sus carreras de grado de Psicología y de Licenciatura en Psicología a las disposiciones precedentes. Durante dicho período sólo se podrán realizar convocatorias de presentación voluntaria para la acreditación de dichas carreras. Vencido el mismo, se realizarán las convocatorias de presentación obligatoria.

Art. 5º — Una vez completado el primer ciclo de acreditación obligatoria de las carreras existentes al 23 de junio de 2009, se propondrá a! CONSEJO DE UNIVERSIDADES la revisión de los Anexos aprobados por el artículo 1º de la presente.

Art. 6º — Los documentos que se aprueban por la presente deberán ser revisados a fin de introducir las modificaciones que resulten necesarias de acuerdo a los avances que se produzcan en la materia tanto en el ámbito del MERCOSUR EDUCATIVO como en el marco del sub-espacio UE-ALC.

Art. 7º — En la aplicación que se realice de los documentos aprobados deberá tenerse especialmente en cuenta las situaciones excepcionales que pudieran derivarse de la participación de algunas de las carreras o instituciones que las imparten en procesos experimentales de compatibilización curricular, en el marco del sub-espacio internacional mencionado en el artículo anterior.

Art. 8º — Sin perjuicio del cumplimiento de otras normas legales o reglamentarias aplicables al caso, la oferta de cursos completos o parciales de alguna carrera correspondiente a los títulos mencionados en el artículo 1º que estuviere destinada a instrumentarse total o parcialmente fuera de la sede principal de la institución universitaria, será considerada como una nueva carrera.

NORMA TRANSITORIA

Art. 9º — Los Anexos aprobados por el artículo 1º serán de aplicación estricta a partir de la fecha a todas las solicitudes de reconocimiento oficial y consecuente validez nacional que se presenten para nuevas carreras correspondientes a los títulos de mención. Dicho reconocimiento oficial se otorgará previa acreditación por parte del organismo acreditador, no pudiendo iniciarse las actividades académicas hasta que ello ocurra.

Art. 10. — Comuníquese, publíquese, dése a la DIRECCION NACIONAL DE REGISTRO OFICIAL y cumplido, archívese.
— Alberto E. Sileoni

ANEXO I

CONTENIDOS CURRICULARES BASICOS PARA LAS CARRERAS DE LICENCIATURA EN PSICOLOGIA Y PSICOLOGIA

Se definen los Contenidos Curriculares Básicos que deberán ser cubiertos obligatoriamente por las carreras, por ser considerados esenciales para que el título sea reconocido con vistas a su validez nacional. Los Contenidos Curriculares Básicos constituyen una matriz básica y sintética de la que se pueden derivar, según lo defina cada institución, lineamientos curriculares y planes de estudio diversos.
Los contenidos alcanzan no sólo aquello que a nivel conceptual y teórico es considerado imprescindible, sino las competencias que se desean formar, de manera tal que queda en manos de cada institución la elaboración del perfil del profesional deseado. Toda carrera de Licenciatura en Psicología y Psicología, debe asegurar que los contenidos específicos que defina en su Plan de Estudios sean adecuados para garantizar la formación correspondiente al perfil definido. Los CCB se organizan para su presentación en forma de áreas, lo cual no debe condicionar o generar rigideces que puedan atentar contra la necesaria flexibilidad curricular. El listado de contenidos no implica por otra parte una imposición de nombres, de cantidad de materias, ni de una organización particular de las mismas, sino que constituye un ordenamiento operativo. Este listado está orientado a explicitar los contenidos curriculares mínimos que deben ser considerados en las distintas currículas de las carreras de Licenciatura en Psicología y Psicología.

ORGANIZACION DEL PLAN DE ESTUDIO

El Plan de Estudio debe contemplar una formación generalista con pluralismo teórico y perspectiva multidisciplinaria, que posibilite la posterior especialización del egresado. La profesionalización se realizará a través del proceso de afianzamiento y complejización progresiva de los conocimientos teóricos y prácticos, reservándose la especialización como actividad de postgrado.

El Plan de Estudio contempla las áreas de formación, los contenidos curriculares básicos, la carga horaria, los criterios de intensidad de la formación práctica y los requisitos de titulación.
AREAS O INSTANCIAS DE FORMACION

La formación académico-profesional del LICENCIADO EN PSICOLOGIA o PSICOLOGO comprende dos instancias graduales y secuenciales: la primera está orientada a la adquisición de conocimientos y capacidades básicas e instrumentales de la disciplina; la segunda tiene por objetivo la integración de conocimientos, su profundización académica y la aplicación a las distintas áreas de práctica profesional. La estructura del Plan de Estudio, por lo tanto, deberá contemplar estas dos instancias.

La Carrera debe contemplar tres áreas de formación, sin perjuicio de la flexibilidad e integración curricular que determine cada Unidad Académica.

a) Area de Formación Básica. Corresponde al conocimiento de los procesos básicos de la conducta humana: biológicos, psicológicos y socioculturales y de sus características en las diferentes etapas evolutivas y desde los distintos enfoques teóricos, considerando la historia de la Psicología y la metodología de la investigación.

b) Area de Formación General y Complementaria. Corresponde a asignaturas y actividades curriculares de otras disciplinas, tendientes a la formación integral.

c) Area de Formación Profesional. Corresponde a la formación en los distintos campos de aplicación profesional del ejercicio de la Psicología; a partir de los conocimientos teóricos, metodológicos e instrumentales para la evaluación, diagnóstico, tratamiento, pronóstico e intervención psicológica, que permitan el reconocimiento y delimitación de distintas entidades psicológicas y psicopatológicas desde diferentes concepciones teóricas
Los campos de aplicación son: Clínica, Educacional, Jurídico-Forense, Laboral-Organizacional, Social-Comunitaria, Sanitaria y Emergentes: Psicología Política, Psicología Económica, Psicología del Tránsito, Psicología de la Actividad Física y del Deporte; Psicología de las Emergencias y Catástrofes, entre otras.

CONTENIDOS CURRICULARES BASICOS

Los contenidos curriculares básicos abarcan información teórica, conceptual y práctica, dejando espacio para que cada Institución elabore el propio. Toda Carrera de Psicología debe asegurar que los contenidos específicos sean adecuados para garantizar la formación correspondiente al perfil definido.
Los contenidos curriculares básicos deben asegurar la adquisición de los conocimientos, habilidades y actitudes que permitan un desempeño profesional idóneo.
Los ejes temáticos que constituyen los contenidos curriculares básicos deben contemplar la formación en:

A. PROCESOS BIOPSICOSOCIALES
A.1. Procesos biológicos y neuropsicológicos: Se refiere al estudio de estructuras y funciones biológicas, neurofisiológicas y neuropsicológicas involucradas en la constitución y funcionamiento del psiquismo.
A.2. Procesos psicológicos: Conjunto de aspectos que integran las dimensiones consciente e inconsciente del psiquismo, según diferentes modelos teóricos.
Estos incluyen:
a. Procesos psicológicos que se refieren a las dimensiones relacionadas con el conocimiento, sus condiciones de posibilidad y su construcción.
b. Procesos psicológicos que se refieren a la dimensión dinámica del psiquismo.
c. Procesos del desarrollo que se refieren a la dimensión evolutiva a lo largo del ciclo vital.
A.3. Procesos socioculturales: Se refieren a los procesos de subjetivación, individuación, personalización y socialización.

B. DESARROLLOS DE LA PSICOLOGIA EN RELACION CON LOS INDIVIDUOS, PAREJAS, FAMILIAS, GRUPOS, INSTITUCIONES, ORGANIZACIONES Y COMUNIDADES.
Se refiere al estudio de procesos intersubjetivos, interactivos y dinámicos que se desarrollan en los grupos, las instituciones, las organizaciones y la comunidad. Los contenidos de este eje temático son transversales, por lo que su desarrollo implica una interrelación con los otros ejes descriptos.

C. PROCESOS PSICOPATOLOGICOS
Se refiere a los procesos psicopatológicos y a la categorización de las estructuras psicopatológicas.

D. HISTORIA DE LA PSICOLOGIA
Se refiere a la construcción y desarrollo de los paradigmas, teorías y enfoques de la Psicología, desde sus orígenes; y a su constitución como ciencia y profesión.

E. METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION PSICOLOGICA
Se refiere al estudio de la producción y validación de los conocimientos científicos, a los fundamentos epistemológicos, estrategias metodológicas y diseños de investigación en Psicología, cuantitativa y cualitativa.

F. EVALUACION Y DIAGNOSTICO PSICOLOGICOS
Se refiere a los conocimientos teórico-instrumentales que permiten adquirir las destrezas necesarias para la evaluación, diagnóstico y pronóstico psicológico, según la edad del sujeto, las diferentes demandas y las peculiaridades de cada ámbito de aplicación.

G. INTERVENCIONES EN PSICOLOGIA
Se refiere al conocimiento de las diferentes estrategias, métodos y técnicas de abordaje e intervención referidas a las problemáticas que atañen a cada campo de la Psicología teniendo en cuenta la promoción de la salud. Comprende el conocimiento del conjunto de modelos teóricos y técnicos psicoterapéuticos.

H. FORMACION COMPLEMENTARIA EN OTRAS DISCIPLINAS
Se refiere a contenidos filosóficos, antropológicos, sociológicos, lingüísticos, entre otros, que permiten integrar, situar y delimitar el conocimiento de lo psíquico, así como ampliar su horizonte de comprensión.

I. ETICA Y DEONTOLOGIA PROFESIONAL
Se refiere a los conocimientos éticos y deontológicos, a la legislación y a las cuestiones jurídicas que se relacionan con el ejercicio profesional en Psicología.


ANEXO II
CARGA HORARIA MINIMA PARA LAS CARRERAS DE LICENCIATURA EN PSICOLOGIA Y PSICOLOGIA

Se define una carga horaria total mínima de tres mil doscientas (3200) horas, áulicas y extraáulicas.
El número de horas con presencia simultánea de docentes y alumnos no podrá ser inferior a 2600. Las horas podrán ser teóricas, teórico-prácticas, prácticas tutoriadas, prácticas pre-profesionales.
De la carga horaria total, dos mil setecientas horas (2700) se destinarán a la formación teórica y las restantes quinientas (500) se referirán a la formación práctica.
El número de horas por área curricular está dado en rangos a fin de que cada universidad pueda definir y adecuar su propuesta académica de acuerdo las especificidades de su misión y objetivos.
CARGA HORARIA TEORICA MINIMA POR AREA CURRICULAR

AREA CURRICULAR AMPLITUD EN PORCENTAJE
Formación Básica 30 - 40%
Formación General y Complementaria 15 - 25%
Formación Profesional 45 - 55%

Carga horaria mínima de la formación teórica = 2700 horas 100%
Las horas prácticas serán de dos tipos:
a) Horas prácticas que formarán parte de las asignaturas con indicadores visibles en los respectivos programas y que proporcionarán productos tangibles tales como: monografías, informes escritos, observaciones, entrevistas, encuestas, sondeos de opinión, trabajos de evaluación psicológica, estudio de casos, investigación, trabajos de campo.
Las mismas estarán destinadas a la adquisición de habilidades y conocimientos metodológicos y de dispositivos de evaluación e intervención psicológicas.
b) Las horas prácticas profesionales tutoriadas tendrán una carga horaria mínima de doscientas cincuenta horas (250). Los objetivos y características principales de estas prácticas intensivas e integrativas, son la vinculación del mundo académico con el mundo del trabajo, a través de la integración de los conocimientos teórico-prácticos, que garanticen el aprendizaje de los contenidos procedimentales (“saber hacer”) y de las reglas de funcionamiento profesional. Deben implementarse en el último tramo del trayecto formativo, cuando el alumno esté en condiciones de contar con los conocimientos que las posibilitan. Para ello, los estudiantes se incorporan a proyectos o programas de la propia unidad académica o de instituciones u organizaciones en las que se desempeñan profesionales de la disciplina en posiciones laborales específicas (incluida la de investigación).
Las carreras que se desarrollarán bajo la modalidad a distancia deberán ajustarse a la normativa vigente.

ANEXO III
CRITERIOS DE INTENSIDAD DE LA FORMACION PRACTICA PARA LAS CARRERAS DE LICENCIATURA EN PSICOLOGIA Y PSICOLOGIA
Los criterios para determinar la intensidad de la formación se formulan considerando los contenidos mínimos y el perfil profesional.

AREA CURRICULAR AMPLITUD EN PORCENTAJE
Formación Básica 20 - 40%
Formación General y Complementaria ……
Formación Profesional 60 - 80%
SUBTOTAL Carga horaria mínima de la formación práctica por
área 50%
SUBTOTAL Carga horaria mínima de la práctica profesional
supervisada 50%
TOTAL Carga horaria mínima de la práctica = 500 horas 100%
ANEXO IV

ESTANDARES PARA LA ACREDITACION DE LAS CARRERAS DE LICENCIATURA EN PSICOLOGIA Y PSICOLOGIA

1. Contexto Institucional
a. La Carrera de psicología debe desarrollarse en Universidades o Institutos Universitarios que cumplan con lo establecido por la LES.
b. A fin de lograr el cumplimiento de su misión, la Institución Universitaria debe promover la vinculación con organizaciones civiles, profesionales y entidades públicas y privadas. Para ello tenderá a establecer convenios y acuerdos que aseguren un marco para las actividades a realizar.
c. La Carrera de psicología debe mostrar coherencia con la misión, propósitos y objetivos institucionales.
d. La carrera debe contar con instancias institucionalizadas responsables del diseño y seguimiento de la implementación del Plan de Estudio y su revisión periódica, de acuerdo a las pautas que rigen en cada Institución.
e. La misión institucional de la Unidad Académica sede de la Carrera, el Plan de Estudio, sus objetivos, funcionamiento y reglamentaciones, deben estar explícitamente definidos y deben ser de conocimiento público.
f. La Unidad Académica debe contar con una organización administrativa adecuada a sus fines, con funciones y mecanismos de gestión claramente identificados y distribuidos, que permitan alcanzar los objetivos y el perfil propuesto.
g. Los cargos directivos y de gestión deben estar cubiertos conforme lo establecido por los estatutos de cada Institución Universitaria.
h. Según corresponda, el Decano, Director o responsable de la carrera debe poseer título de grado de Licenciado en Psicología o Psicólogo y acreditar antecedentes y dedicación compatibles con la naturaleza del cargo.
i. Los sistemas de registro y procesamiento de la información académica y los canales de comunicación deben ser confiables, eficientes y actualizados.

2. Formación y Plan de Estudios
a. El plan de estudios tiene como objetivo la formación de profesionales e investigadores capaces de abordar la problemática psicológica desde distintos enfoques teóricos y prácticos; de interrogarse sobre el valor científico y social de sus conocimientos, de proponer prácticas frente a situaciones diversas y ámbitos emergentes, dispuestos a considerar su profesión como una tarea de formación y actualización permanente y rigurosos en el cumplimiento de los principios y normas de la ética profesional.
b. El plan de estudios debe permitir que los alumnos lleguen a conocer y diferenciar los fundamentos epistemológicos y científicos de las teorías y las prácticas psicológicas y adquirir conocimientos idóneos dentro de las distintas áreas de actividad profesional, acordes a las actividades reservadas al título profesional.
c. Debe existir una reglamentación que tenga en cuenta los requisitos para acceder al cursado y promoción de cada asignatura, mediante un esquema de correlatividad que garantice la continuidad y coherencia en el aprendizaje.
d. Las asignaturas deben contar con un Programa que contenga objetivos, contenidos, carga horaria, descripción analítica de las actividades teóricas y prácticas, bibliografía, metodología con la cual se desarrollará y formas de evaluación utilizada.
e. La evaluación del aprendizaje debe ser congruente con los objetivos y metodologías de la enseñanza previamente definidos. En la Carrera se debe considerar periódicamente la frecuencia, cantidad y distribución de evaluaciones exigidas.
f. El plan de estudios debe cumplir con los contenidos curriculares básicos, la carga horaria y la intensidad de la formación práctica.
g. La carga horaria total no deberá ser inferior a las 3.200 horas, de las cuales 2.700 horas serán teóricas y 500 hs. de formación práctica.
h. El Plan de Estudio debe sostener una permanente relación teórico-práctica en función de los contenidos mínimos desarrollados en cada área temática.
i. El plan de estudios debe tener una estructura y organización que permita su actualización continua.
j. El Trabajo Integrador Final (TIF) y la práctica profesional supervisada son requisitos para la titulación.

3. Cuerpo Académico
a. La Carrera debe disponer de docentes idóneos y en cantidad apropiada para cumplir su misión y objetivos en las distintas áreas de su quehacer.
b. El cuerpo docente debe acreditar formación y antecedentes adecuados a las funciones que desempeña.
c. El ingreso y la permanencia en la docencia, deben regirse por mecanismos que garanticen la idoneidad del cuerpo académico. La trayectoria académica y la formación profesional de los integrantes del cuerpo académico, deben estar documentadas y ser adecuada a las funciones que desempeñan.
d. Los legajos del personal docente deben incluir también su trayectoria académica actualizada.

4. Estudiantes y Graduados
a. La institución universitaria debe explicitar los requisitos de ingreso, permanencia y titulación de los estudiantes.
b. La Institución debe disponer mecanismos de seguimiento de los estudiantes y de información sobre su rendimiento, permanencia, como medidas efectivas de retención.
c. La Unidad Académica deberá velar por el resguardo de toda la documentación relativa al sistema de alumnos: legajos académicos, evaluaciones periódicas, actas de examen y todo otro material que certifique la trayectoria académica del estudiante, guardando las normas de confidencialidad correspondientes.
d. La Unidad Académica debe contar con instancias de orientación y apoyo a los estudiantes que les faciliten la permanencia y adecuado rendimiento en la carrera, tales como tutorías, asesorías y orientación profesional en cantidad y calidad suficiente.
e. La Institución debe prever mecanismos de seguimiento de graduados con el objetivo de evaluar el impacto de la formación recibida en su ejercicio profesional.

5. Personal de Apoyo
a. La Unidad Académica deberá contar con un número suficiente de personal de apoyo, acorde con la planta docente, la matrícula de alumnos y el desarrollo de las actividades de docencia, investigación y extensión que se implementen.
6. Infraestructura, equipamiento y recursos presupuestarios a. Deberá propenderse a la informatización de todos los procesos administrativos. Para ello deberá contarse con el equipamiento informático necesario y apropiado.
b. La planta física en donde se implante la carrera debe ser suficiente para el desarrollo de las actividades de docencia, investigación y extensión y adecuada a las funciones que en ella se cumplen.
c. La Carrera debe tener acceso a bibliotecas y centros de información actualizados que dispongan de un acervo bibliográfico pertinente y variado.

ANEXO V
ACTIVIDADES PROFESIONALES RESERVADAS A LOS TITULOS DE LICENCIADO EN PSICOLOGIA Y PSICOLOGO

1. Prescribir y realizar intervenciones de orientación, asesoramiento e implementación de técnicas específicas psicológicas tendientes a la promoción, recuperación y rehabilitación de la salud, a la prevención de sus alteraciones y la provisión de los cuidados paliativos.
2. Prescribir y realizar acciones de evaluación, diagnóstico, pronóstico, tratamiento, seguimiento, recuperación y rehabilitación psicológica en los abordajes: individual, grupa!, de pareja, familia, instituciones, organizaciones y en lo social-comunitario.
3. Prescribir y realizar acciones de evaluación psicológica, psicodiagnóstico, pronóstico y seguimiento en los abordajes: individual, de pareja y familia.
4. Prescribir y efectuar psicoterapias individuales, familiares, grupales y de pareja.
5. Realizar indicaciones psicoterapéuticas de internación y externación de personas por causas psicológicas. Indicar licencias y/o justificar ausencias por causas psicológicas.
6. Desarrollar y validar métodos, técnicas e instrumentos de exploración, evaluación y estrategias de intervención psicológicas.
7. Diagnosticar, realizar peritajes, asesorar y asistir psicológicamente, en el campo jurídico-forense, a personas en conflicto con la ley y víctimas de delitos, a sus respectivos familiares, e intervenir en los aspectos psicológicos de las problemáticas de minoridad.
8. Diagnosticar, evaluar, asistir, orientar y asesorar en todo lo concerniente a los aspectos estrictamente psicológicos en el área educacional.
9. Prescribir y realizar orientación vocacional y ocupacional, en aquellos aspectos estrictamente psicológicos.
10. Elaborar perfiles psicológicos a partir del análisis de puestos y tareas e intervenir en procesos de formación, capacitación y desarrollo del personal, en el marco de los ciclos de selección, inserción, reasignación, reinserción y desvinculación laboral. Asesorar en el ámbito de higiene, seguridad y psicopatología del trabajo.
11. Diagnosticar, evaluar, asistir, orientar y asesorar en lo concerniente a los aspectos psicológicos en el área social-comunitaria para la promoción y la prevención de la salud y la calidad de vida de grupos y comunidades y la intervención en situaciones críticas de emergencias y catástrofes.
12. Participar desde la perspectiva psicológica en el diseño, la dirección, la coordinación y la evaluación de políticas, instituciones y programas de salud, educación, trabajo, justicia, derechos humanos, desarrollo social, comunicación social y de áreas emergentes de la Psicología.
13. Dirigir, participar y auditar servicios e instituciones públicas y privadas, en los que se realicen prestaciones de salud y de salud mental.
14. Asesorar en la elaboración de legislación que involucren conocimientos y prácticas de las distintas áreas de la Psicología.
15. Realizar estudios e investigaciones en los diferentes áreas del quehacer disciplinar, a saber: a. Los procesos psicológicos y psicopatológicos a lo largo del ciclo vital.
b. Los procesos psicológicos involucrados en el desarrollo y funcionamiento de los grupos, instituciones, organizaciones y la comunidad.
c. La construcción y desarrollo de métodos, técnicas e instrumentos de intervención psicológica.
16. Planificar, dirigir, organizar y supervisar programas de formación y evaluación académica y profesional en los que se aborden actividades reservadas al título.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

JAZZ ENSAMBLE con su espectáculo "ALTA FIDELIDAD" Big Jazz+Swing+Bossa


Susana Galperín recomienda:


GyG Producciones, con un alto concepto en eventos artísticos invitan a la presentación de JAZZ ENSAMBLE con su espectáculo "ALTA FIDELIDAD" Big Jazz+Swing+Bossa
Dieciocho músicos y dos cantantes invitados, Roxana Canné y Marcelo Armenti, recorren CUATRO DECADAS DE LA MEJOR MÚSICA con texto acompañantes sobre los acontecimientos del mundo.


Reservar las entradas por teléfono, retirarlas por boletería 30' antes del espectáculo

jueves, 5 de noviembre de 2009

De intervenciones de expertos a conversaciones colaborativas en la búsqueda de relaciones más democráticas en familias e instituciones (*)


Fuente: Perspectivas Sistémicas .LA NUEVA COMUNICACION. Artículos "on line"

por Cristina Ravazzola

Presentación

Soy argentina, médica, especialista en psiquiatría y terapeuta familiar. Soy profesora en el Curso de Actualización del Pensamiento Sistémico que dirige en la Facultad de Psicología de la UBA la Dra. Dora Schnitman, a cargo de los temas de Diversidad, Género y Violencia Familiar
Trabajo también, y ése es el objetivo de este artículo, en el Programa de Democratización de las Relaciones Familiares que coordina la Dra. Beatriz Schmukler en México. Tengo allí funciones de asesora del Programa y formo parte del grupo de profesionales que está escribiendo una serie de cuadernos-guía(**) de distintos temas que queremos que sirvan de ayuda para que las y los coordinadores de programas sociales que actúan puedan hacer el ejercicio de reflexionar sobre sus propias ideas.

¿Qué quiere decir esto?: Democratizando a las familias y los profesionales que las asisten

Es algo así como lograr flexibilizar las creencias en las que, quienes actuamos en temas de ayuda psicológica y social, nos basamos para tomar decisiones y acompañar procesos en nuestras profesiones y que van más allá de lo que hemos aprendido en las Academias de formación profesional. Estas creencias también tienen que ver con lo que aprendimos en nuestras familias y nuestras comunidades.
¿De cuáles creencias hablamos? Especialmente de aquellas referidas a "la familia" y a los roles que madres y padres jugamos en ellas. Nuestra capacidad de percibir y de actuar está enmarcada en gran parte por nuestras creencias, y no precisamente por sus aspectos más concientes y elaborados sino por sus aspectos más automáticos y espontáneos.
En mi práctica profesional me enfrento casi cotidianamente con la constatación de que hay grandes diferencias en la calidad de acompañamiento y ayuda que podemos brindar a quienes acuden a consultarnos a nosotros y a otros agentes de servicios sociales o de salud, según estemos o no entrenados en examinar y cuestionar nuestras creencias y en promover las formas de comunicación como las que proponemos en este programa para lograr la democratización de las familias.
Algunas de esas creencias se nos instalan más rígidamente que otras, y esas justamente son las que tenemos que modificar. A modo de ejemplos de creencias muy fijas y frecuentes:
a) tendemos a enjuiciar y criticar a las mujeres cuando son madres si no son totalmente abnegadas y dedicadas a la crianza de sus hijos, especialmente cuando a pesar de la sobrecarga de su rol, encuentran el modo de respetarse y cuidarse a sí mismas;
b) tendemos a creer que hay que cuidarle el lugar al padre más allá de cómo él concretamente se comporte, porque creemos que de no haber un varón en la familia que participe de la crianza, los hijos, especialmente si son varones, van a tener problemas con los límites y las reglas y también con su identidad sexual.
Si éstas son nuestras creencias, vamos a operar de un modo muy diferente a los que haríamos si estas creencias se nos "ablandan", si dudamos de que sean tan ciertas, y nos acercamos entonces a las personas y sus situaciones singulares con menos seguridades y desde miradas que aprecian sus recursos y respetan sus necesidades.
Pienso que vamos a entender mejor esta preocupación que nos convoca a través de casos y ejemplos de la vida real y que, a su vez, al examinarlos, su elaboración me va a permitir desarrollar los otros dos temas que son centrales para este Programa: el tema del valor de las formas de conversar en las familias tales que produzcan climas y acuerdos en condiciones de equidad entre sus miembros, y el debate, que tal vez quede planteado para más adelante, acerca de cuál es la función que nos corresponde cumplir a los operadores del área social (incluye educación, salud y cultura) teniendo en cuenta principios éticos.

El caso

La Sra. Morales solicita una entrevista con las asistentes sociales de una institución residencial para adolescentes con problemas de conducta, en la que están internados sus dos hijos, un varón de 14 años y una niña de 12. La historia de esta internación es que ambos niños habían sido denunciados hacía ya 14 meses, como parte de una banda adolescente que cometía delitos en el barrio donde habitaban con su mamá. El juez de esa causa había dispuesto en ese entonces que los dos hermanos adolescentes participaran del programa residencial para "menores en riesgo" de la institución mencionada.
En la actualidad, los profesionales a cargo del programa habían estado discutiendo el caso de estos hermanos, encontrando que ambos se habían beneficiado y que el mayor estaba ya en condiciones de volver a vivir con su mamá, mientras que estimaban conveniente que la niña permaneciera en la institución por unos 2 ó 3 meses más. Habían enviado una carta a la madre notificándola de estas novedades y se encontraban con que la mamá les pedía una entrevista y parecía muy poco entusiasmada con recuperar a sus hijos.
Para entender la importancia de los cambios en las actitudes y las miradas de los operadores, vamos a describir las escenas que evidenciaron esto.
La entrevista solicitada por la señora se desarrollaba en un clima tenso y de malestar. Los adolescentes parecían estar en otro mundo. Las terapeutas sociales hacían grandes esfuerzos para convencer a la madre de que sus hijos habían mejorado francamente y que ella debía prepararse para recibirlos de nuevo. La madre, muy bien arreglada, mirando el reloj (había avisado que tenía una hora muy fija para entrar a su lugar de trabajo, en donde eran muy estrictos y nadie sabía de sus problemas familiares), se mantenía sentada muy rígida y algo hostil.
Una supervisora había sido convocada por la institución para asesorarlos porque, directivos y terapeutas sociales estaban muy molestos con esta madre porque no la habían sentido acogedora con sus hijos. Más bien, la impresión de las trabajadoras sociales era que la madre tenía actitudes de rechazo hacia sus hijos. Como el clima de malestar persistía y nada mejoraba en la reunión, la supervisora solicita una pausa para reflexionar. Cuando las trabajadoras sociales y la supervisora salen de la sala, ésta última ve a la madre y a los jóvenes abrazándose cálidamente. El efecto de esta escena de ternura fue notable. Produjo inmediatamente un cambio de apreciación en la supervisora quien, al entrar nuevamente a la sala, se sienta al lado de la mamá. Ésta, a su vez, también reacciona ante el acercamiento afectuoso de la supervisora y comienza a contarles que ella vive en un barrio muy malo y peligroso, donde sus hijos se habían juntado con otros jóvenes muy marginales involucrados en actividades delictivas y que ella, en pocos meses, iba a conseguir una vivienda en otro lado que era donde quería recibir a sus hijos nuevamente. Pero que por el momento temía que si ellos volvieran, se pudiera producir otra vez la situación por la que ya habían pasado y que este gran sacrificio colectivo fuera en vano. Los terapeutas sociales y la supervisora continuaron la conversación con la madre, ahora en un tono y clima de búsqueda conjunta de cómo dar los próximos pasos para lograr concretar estos proyectos. El clima de la entrevista se distendió y se transformó en una coordinación compartida de etapas a cumplir.

Reflexiones sobre el "caso"


Mi elaboración de este "caso", se enfoca en identificar las concepciones de las terapeutas sociales y la supervisora sobre el lugar de la madre en la familia, y la posibilidad de ponerse en contacto con aspectos diversos, no tan convencionales, de una mujer que es a su vez madre y padre de sus hijos, que necesita progresar y para ello debe trabajar muchas horas por día y no puede cuidar a sus hijos como quisiera y que está utilizando los servicios de una agencia pública para que se los cuide mientras ella, afianza el proyecto que mejorará las condiciones de la vida de sus hijos.
Cuando las terapeutas sociales y la supervisora consiguen disminuir la crítica y el juicio negativo sobre la señora Morales, también consiguen construir con ella una relación colaborativa que va a beneficiar concretamente a los adolescentes de los que se ocupa la agencia. Madre, terapeutas sociales y supervisora pueden ahora aliarse y compartir un objetivo para el que van a sumar sus esfuerzos.
En el intercambio comunicacional inicial, es evidente que la madre había percibido la hostilidad y la crítica de las profesionales y se defendía no confiándoles sus verdaderas razones ni sus necesidades. El cambio posterior de la supervisora a una actitud comprensiva y de aprecio, produce otro tipo de conversación, ahora sí fructífera.
También este ejemplo nos sirve para reflexionar acerca de las "funciones" que cumplimos los diferentes agentes sociales. Criticar, juzgar a las madres (y a los padres, cuando están) es fácil. Muchas veces las y los agentes son jóvenes y no tienen aún la experiencia de la maternidad o la paternidad. Y aún cuando sean más maduros y tengan hijos a su vez, los roles de padres, especialmente el de madre, son roles tan exigentes y complejos que es fácil mirar desde afuera y juzgarlos negativamente.
El siguiente paso en esa dirección es creer que la función asistencial se cumple sustituyendo a los padres. Podemos pensar que haríamos las cosas mejor que ellos y que, entonces, la opción mejor para los hijos sería en estos casos la que nosotros (los profesionales, las instituciones) les ofrecemos.
Y ahí nos estaríamos equivocando. Las familias, los padres y las madres que cada persona tiene, pueden no ser maravillosos y pueden cometer muchos errores pero tampoco son vínculos descartables porque supuestamente serían sustituidos por quienes lo harían mejor. Las necesidades de las familias pasan muchas veces por la posibilidad de que las acompañemos en momentos en que tienen dificultades para ejercer sus funciones y llevar a buen fin su gestión de crianza. Además, acompañar y facilitar conversaciones y gestiones son funciones muy difíciles y complejas, mucho más que sustituir y descartar a los actores familiares. Suponen aceptar papeles no protagónicos en las escenas, reconocer las capacidades de los miembros de las familias, confiar en ellos y buscar buenas estrategias para apoyarlos y ayudarlos a cambiar lo que no les sirve.

Conclusiones

De esto se trata el Programa de Democratización Familiar. De acompañar a los agentes y promotores de programas sociales para que amplíen sus concepciones de "familias" y de "género", para que se entrenen en el área de las habilidades comunicacionales con el fin de generar equidades, de aprender a frenar violencias, abrir caminos más democráticos en las conversaciones y organizaciones, y de enriquecer sus funciones beneficiando a las personas que asisten.
Esperamos que estas propuestas produzcan conciencias más democráticas que tiendan a una mejor calidad de vida y que ayuden a prevenir problemas psicosociales que se instalan sobre inequidades como son todos los abusos, en especial la violencia familiar.
Tal vez aquí, en Argentina, también podamos tener la oportunidad de desarrollar un programa con las características de éste, que nos apoye en el logro de familias más democráticas.

Notas


(*) Este artículo fue publicado en el nº 78 de Perspectivas Sistémicas (Septiembre/ Octubre del 2003, "Juventud, Suicidio, Violencia y Familia")
(**) Los cuadernos- guías elaborados por la Dra. Ravazzola y el equipo de profesionales mencionados, incluyen los siguientes temas: "Como ser Mujer", "Como ser Hombre", "Como ser Joven", "Como desarrollar buenas formas de Crianza en las Familias".

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Jornadas organizadas por la REDPIAFF 2009

“Nuestras prácticas, nuestros temas, nuestras escenas”

Sábado 28 de noviembre de 9 hs. a 13.30 hs.

En la sede de la Fundación Proyecto Cambio, Matienzo 2639, Capital Federal

Objetivos

-Abrir un espacio de intercambio entre colegas relacionados e identificados a temas y valores de la red
- Estimular y motivar a la participación en red y contar con la experiencia y la colaboración de los otros
-Compartir criterios, perspectivas y obstáculos principales de las temáticas por las cuales transitamos hoy en nuestra actividad


Prejornada

Intercambio vía mail de temas de interés y confirmación de participantes.
Las personas que proponen temas, plantean una serie de puntos a debatir o una serie de preguntas, serán los moderadores de cada grupo de discusión

Jornada

Apertura.

División y trabajo en grupos.

Alguien tomará nota de lo conversado. Finalmente cada grupo elegirá cuna escena que concrete la temática que se debatió.

Plenario

Los grupos representan las escenas como esculturas o dramatizaciones. El resto puede hacer dos o tres cambios en la escena a manera de propuestas alternativas

Cierre y conclusiones


Otros

-invitación a colegas afines
-20$ para cubrir gastos

Taller de Formación Jurídica en Violencia Familiar


domingo, 1 de noviembre de 2009

Tribunal de Mujeres


Marcelo Choclin recomienda:
Traducción y Dirección: Juan Freund

Funciones Sábados 21.00 Hs y Domingos 18.30 Hs
Auditorio Ben Ami
Jean Jaurés 746 - CABS
Reservas: 4961.0527

Elenco
Ruth: Milagros Arbizu
Bluma: Marisa Roncato
Eta: Myrtha Schalom
Tova: Isabel Caban
Frume: Ester Fleischman
Leah: Silvia Franc
Rabina Sheinhoff:Betty Dimov
Adina: Myriam Poteraica
Hanna: Lidia Goldberg
Zehava: Marta Gimeno

Voces: Eduardo Guimarey; Carlos Lanari; Julio Marticorena; Roberto Sobel; Diego Rochinas
Asistente de Dirección: Gimena Aguirre
Realización escenográfica: Paciullo – Barreiro
Operadoras de iluminación y sonido: Nora y Marina Roncari
Escenografía y vestuario: Alicia Vera
Música Original: Sergio Vainikoff

En una sociedad liderada por el pensamiento masculino, una mujer se atreve a dejar a su marido y sus doce hijos. Tiene un motivo, aunque debe silenciarlo. Nadie la deja contar lo que la llevó a esa determinación. Los varones la castigan. Las mujeres la abandonan y critican.Hasta que ella se decide a hablar.Entonces conoceremos una historia desgarradora, profunda, en la que la discriminación, las leyes de Dios, las de los Hombres, la violencia y la dominación son piezas fundamentales.Una historia en la que la Mujer busca su lugar y exige tener voz. En la que los Derechos Humanos piden permiso para ser reconocidos.En la que una madre busca desesperadamente el reencuentro con sus hijos.


La segregación de mujeres es un flagelo que acosa a un género, siempre en lucha por sus derechos, en un mundo desigual. Existe un amplio repertorio de quebrantos que se infringe sobre el sujeto femenino. En varias latitudes las mujeres son víctimas elegidas per se, mártires de feminicidio, de segregación, de trata de personas y en gran parte del planeta impedidas de decidir sobre su maternidad y su cuerpo. Lo que estas situaciones muestran es que la supremacía masculina con la que fue concebido el mundo no ha terminado y algo aún más dramático que la puja por la hegemonía es la constatación fehaciente de que, si bien las mujeres llevan la peor parte, el resto de la sociedad se perjudica ante el hecho discriminatorio o segregacionista.
Tribunal de Mujeres cuenta cómo una comunidad que llega a la talibanización de la religión, expulsa a una mujer de un barrio haredi (ultraortodoxo) y expande el dolor hacia sus hijos en un gesto, tal vez, sin retorno.El texto de Naomi Ragen no deja dudas sobre lucha que deben enfrentar las mujeres ante la condena de los hombres de negro y “las patrullas del pudor” que vulneran las libertades femeninas hasta el paroxismo con la excusa flagrante de controlar cuestiones tales como la permisividad, el erotismo o sencillamente la educación universitaria que podría comprometer el equilibrio económico, dado que las mujeres deben trabajar para que los esposos puedan dedicarse al estudio de la Torá. A ellas se les ordena, se les exige y se les condena.
Desde el inicio del espectáculo una voz en off nos anoticia sobre el recorte de derechos a los que son sometidas las mujeres de las comunidades ultraortodoxas judías. Esa misma voz masculina, aporta en otros segmentos de la obra, datos sobre cómo es ser mujer en esas comunidades.El texto acierta al evidenciar cómo los mandatos están enquistados en lo más profundo provocando el juzgamiento desde el propio género.
Esa mujer que ha debido abandonar a su esposo y a sus doce hijos, no tiene la posibilidad hasta el final de la obra -donde un tribunal de mujeres decidirá si puede volver a ver sus niños- de contar las razones que la impulsaron a alejarse. Y las faltas horrendas de marido son banalizadas, negadas o relativizadas por su suegra y otras mujeres que no pueden aceptar que en una mano se tenga la Torá y en la otra la concupiscencia.
La puesta en escena se beneficia del pequeño escenario para reunir a diez mujeres, de modo que el espacio escénico oficia como un área de opresión, asfixia y sometimiento. Fuera de ese “adentro”, las mujeres de la casa observan el exterior que funciona como la mirada de los otros, siempre restrictiva y condenatoria.El tono declamatorio de las actuaciones logra generar un ambiente grave que sumerge al espectador en el suspenso del secreto, da en el tono justo de la tragedia de esta madre privada de sus hijos y a la vez vela algunas debilidades actorales.
Tribunal de Mujeres nos alerta sobre el espejismo de creer que la tardomodernidad ha traído la igualdad, cuando en realidad donde haya un fundamentalismo habrá siempre un derecho segado.
(Por Teresa Gatto. Publicado en http://www.leedor.com/ el 24-03-2009)